Acción, censo, voto y ciudadanía
Consideran que afectará a las comunidades si, por temor, inmigrantes no participan y no son contados cabalmente
Un conteo preciso y real de los habitantes de Florida ante el éxodo de puertorriqueños e hispanos a esta zona en la última década es necesario de acuerdo a organizaciones que trabajan de cerca con las necesidades de la comunidad. También reconocen el riesgo de incluir una pregunta acerca de la ciudadanía en el Censo de 2020.
“El censo es un conteo para conocer la cantidad de la población y debe ser exclusivamente así. No estoy de acuerdo y no creo que sea una buena idea que estén preguntando si son ciudadanos o no. Independientemente, son personas que residen en las comunidades. Que se agregue esta pregunta va a generar que muchos que no son ciudadanos, por temor a represalias, no llenen el formulario y no vamos a tener un conteo real y eso va a impactar en nuestras comunidades”, sostuvo Betsy Franceschini, directora estatal de Hispanic Federation, organización sin fines de lucro que asiste a la comunidad de la Florida Central con asistencia para clases de inglés, registro de votantes, talleres educativos y otras iniciativas en la región.
Precisamente, este mes arrancó su entrenamiento a los ‘canvassers’, las personas que van a registrar votantes en los condados Orange, Osceola, Seminole, Polk y Lake. En ello han tenido muy en cuenta la alta población boricua que ha llegado tras el huracán María y a los muchos hispanos que han escogido a la Florida como su nuevo hogar, lo que ha cambiado la demografía de esta región.
“Especialmente en Florida se debe contar a todos, con el impacto de la migración de los puertorriqueños tras el desastre del huracán María, y es importante contarlos. Saber cuántos están y dónde están”, agregó Franceschini.
Marnie Ferrer, profesional puertorriqueña que llegó a Orlando tras el huracán María a buscar nuevos horizontes, desea ser contada junto a su esposo en el próximo Censo, porque espera estar establecida exitosamente en este estado, sin olvidarse de su isla y las necesidades que enfrenta.
“Quiero ser contada, que todos los puertorriqueños en Florida sean contados. Con mi esposo, somos profesionales, hemos decidido quedarnos y sabemos que podemos ser exitosos aquí. De igual forma, el puertorriqueño es un votante activo, los políticos van a tener que tomar muy en serio este nuevo [factor] demográfico”, dijo Ferrer.
En ello coincidió Jimmy Torres-Vélez, presidente de Iniciativa Acción Puertorriqueña en Florida e impulsor del proyecto Boricua Vota.
“El año crucial para que el Censo 2020 sea un censo bien hecho es en las elecciones de 2018, porque la gente que va a decidir… qué se va a preguntar necesita conocer la fuerza electoral de los latinoamericanos, de los puertorriqueños, saber que nosotros no queremos que se juegue con el destino de nuestra gente. Por eso hay que registrarse y salir a votar”, indicó el líder boricua.
Con todo, el Departamento de Comercio indicó que incluirá la pregunta sobre si se es ciudadano en los próximos formularios del Censo de 2020. Ello levantó el reclamo de organizaciones que coinciden en que es innecesaria, podría provocar baja participación de inmigrantes y minorías y causaría que se obtuvieran datos incompletos de la población de la nación. Ello tendría repercusiones en política y distribución de fondos para las comunidades.
Arturo Vargas, director ejecutivo del Fondo Educa-
tivo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos (NALEO, por sus siglas en inglés), dijo que se estaban preparando para lo peor en este tema y que se alistan para luchar contra la inclusión de esa pregunta: “nos mantendremos unidos en la batalla. El riesgo de un Censo fallido en 2020 es alto, no nos sentaremos. Este Censo busca impedir un conteo justo de inmigrantes y latinos y americanos”.
Vargas dijo que esta pregunta tendría consecuencias catastróficas y sería implementada ciegamente sin una evaluación científica, siendo una política equivocada de la administración. “El único motivo de agregar esta pregunta es uno partidista”, indicó.
En el caso de Florida, destacó que tras el Censo de 2010 el estado recibió dos escaños adicionales en el Congreso, viendo cambios a nivel político como otros estados que tuvieron un aumento de su población, en gran medida latina, y cree que el éxodo de boricuas a la región puede crear aún mayores cambios. “Es necesario que tengamos una voz plena en el Congreso y las Legislaturas Estatales”, indicó Vargas.
“No hay ninguna razón de mérito para agregar la pregunta sobre la ciudadanía. NALEO trabajará con otras organizaciones para revertir esta decisión”, puntualizó Vargas.
Mientras, Juan Cartagena, presidente y consejero legal general de la organización LatinoJustice PRLDEF, indicó que “la inclusión de la pregunta sobre la ciudadanía americana contradice nuestros valores como un país de inmigrantes”.
Entre tanto, Soraya Márquez, coordinadora estatal de Mi Familia Vota en Orlando, una organización no partidista que registra votantes exitosamente en la región, se mostró preocupada por esta medida. “El Censo es para saber cuántas personas viven en Estados Unidos sin distingo de ningún estatus migratorio. Pienso que esta pregunta radica en tratar de dividir los fondos federales al no considerar a los inmigrantes y personas que no son ciudadanos. El Censo puede ser una herramienta electoral importante porque te permite proyectar quiénes son los ciudadanos”, dijo.
Resaltó que ellos continuarán sus esfuerzos para regis- trar los votantes en la región y movilizarlos en este año electoral donde aspiran a la meta de inscribir a 25,500 votantes en la Florida Central.l