Consejos para tener una dentadura blanca y sana
Algunos tips para tener una dentadura perfecta al estilo de los famosos
Modificar cómo se ve tu sonrisa es una tarea relativamente sencilla. El primer paso siempre es consultar a un odontólogo, que verá si hay algo que corregir (por ejemplo, caries o un tema de encías) y después hablará contigo sobre las expectativas.
En este sentido, una cosa es que tengas los dientes amarillos porque tus padres los tenían así o porque tienes algunos hábitos alimenticios no tan buenos -el café y el tabaco a la cabeza-, y otra muy distinta es que te los quieras blanquear porque sientes que se ven opacos o que te restan en el look general.
Siguiendo con esta línea de dos opciones, si tu idea es lograr un color determinado (que no tienes originalmente), lo que se hace es trabajar con coronas y carillas de porcelana; mientras que si lo que quieres es mejorar el color de tu esmalte dental, el tratamiento se realiza con un producto desoxidante.
En esta segunda opción, el blanqueamiento se puede realizar en forma ambulatoria o en el consultorio, aunque también pueden combinarse ambos.
En cuanto al consultorio, el procedimiento es con pro- ductos de mayor concentración. Además, puede aplicarse luz halógena y también puede hacerse con luz de LED (fría), que disminuye la sensibilidad. La última de las opciones es aplicar láser, para conseiguir resultados más duraderos.
En cuanto al postratamiento, se recomienda comer alimentos y bebidas de coloración blanca o clara, además de sin conservantes o sustancias que puedan “teñir” los dientes.
¿Qué evitar?
La alimentación y nuestros hábitos, en general, tienen mucho que ver con la coloración del esmalte dental. Por eso, hacemos una listita negra de lo que conviene evitar para que los dientes no se pongan cada vez más amarillos:
Café: sus propiedades hacen que, a largo plazo, el color de la bebida se adhiera fácilmente a los dientes.
Té: si bien las manchas de té son menos notorias que las del café, también aparecen en el exterior de la placa dental con el paso del tiempo.
Vino: el ácido tánico que contiene provoca corrosiones en el esmalte que afectan el color.
Bebidas: tipo gaseosas o jugos no naturales que, por la alta cantidad de azúcares agregados, son la principal causa de la aparición de manchas en la dentadura.
Frutos rojos: el pigmento se adhiere muy fácilmente a los dientes y provoca manchas.
Verduras: de tono oscuro o anaranjado, como las berenjenas o la remolacha. Salsas y condimentos: su alto contenido de agentes decolorantes favorece la aparición de manchas y el desgaste del esmalte dental. Las más “peligrosas” son la salsa de soya, la de tomate, el vinagre o el curry.
Caramelos: tienen mucha azúcar y colorantes que pueden generar manchas y caries. Tabaco: también oscurece el esmalte.
Cuatro “pociones mágicas” para hacer en casa
Existen algunas recetas que puedes probar para lograr una sonrisa blanca at home. 1 . Frotar los dientes con el interior de una cáscara de naranja o banana. En ambos casos, después hay que cepillarse los dientes normalmente. Comer una manzana por día también es una muy buena opción. 2 . Preparar una pasta con fresas y bicarbonato de sodio. Una vez por semana, aplica la pasta en tus dientes, deja actuar 20 minutos y enjuaga. Espera 30 minutos más y cepíllate como siempre. 3 . Hacer una pasta con levadura de cerveza. Lleva 1 cucharada de levadura de cerveza, 2 cucharaditas de sal y un poco de agua. Con eso, cepíllate los dientes como con cualquier otro dentífrico. 4 . Incorporar el vinagre de manzana. Le da un plus de efectividad a cualquier pasta de dientes. Mezcla 3 partes de agua y 1 de vinagre y dilúyelo con el dentífrico que uses. Cepíllate como siempre.