Jóvenes de Orlando también se movilizan
Alumnos de secundaria y universidad exigen más control de armas
Siguiendo el ejemplo de los estudiantes en todo el país, jóvenes latinos de Florida Central se han unido a sus compañeros de la escuela Marjory Stoneman Douglas por medio del movimiento “Nunca Más UCF”, que busca un control más estricto de armas. Al igual que los muchachos de Parkland, jóvenes de Orlando han pasado de la lamentación a la acción y están presionando a legisladores locales e incluso a la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA).
“Nunca más UCF” es una coalición liderada por estudiantes de la Universidad de Florida Central (UCF), alumnos de secundaria y activistas comunitarios del área de Orlando comprometidos con abatir la violencia vinculada a las armas de fuego.
Y es que por experiencia propia los habitantes de la Ciudad Bella saben de la devastación que deja un ataque con armas de asalto. “Los estudiantes de Florida Central se ven afectados tan profundamente dado lo que sucedió en Orlando”, dijo Trevor Wild, exalumno de la secundaria Marjory Stoneman Douglas y estudiante de UCF quien encabeza el movimiento en Orlando, refiriéndose al tiroteo masivo de 2016 que mató a 49 personas en el club Pulse.
Lo que está coalición ha llevado a cabo hasta el momento es la marcha del 24 de marzo en el centro de Orlando, que según los organizadores atrajo a 20,000 personas y que presionó por la prohibición de armas de asalto y leyes más estrictas para la venta de armas, tras el tiroteo en la escuela Parkland el 14 de febrero. Recientemente realizaron una protesta frente al Amway Center mientras se llevaba a cabo una recaudación de fondos para la campaña del representante republicano Mike Miller, que busca desbancar a la congresista demócrata Stephanie Murphy y donde el senador Marco Rubio era el invitado especial.
Según Wild, Rubio “no ha tenido una reunión pública con sus constituyentes por más de dos años” después de una protesta de “personas muertas” frente al auditorio Amway Arena donde se encontraba el senador republicano.
Sandy Adams, una cubana de 69 años que vive en Orland y se presentó durante la manifestación frente al Amway Arena, dijo que “han habido muchas masacres en los colegios y Rubio no ha querido hacer nada en contra porque recibe dinero del NRA”.
Y ante la renuencia de los republicanos y otros legisladores a legislar leyes más estrictas contra las armas, el enfoque para los activistas es que los estudiantes mayores de 18 años puedan inscribirse para votar por primera vez y los de 16 y 17 pueden preinscribirse para poder votar cuando cumplan 18 años. A la vanguardia han estado los estudiantes de secundaria, muchos de los cuales están prometiendo registrarse para votar.
“En nuestra marcha del 24 de marzo uno de los puntos muy importantes era movilizar a la comunidad latina y eso incluía a los jóvenes, principalmente de high school, con la participación del grupo Latinos in Action y visitar Freedom High School debido a la gran cantidad de latinos y para tener más voluntarios”, dijo Samuel Vilchez Santiago, estudiante de la Universidad Princeton, de origen venezolano, exalumno de Colonial High School y que ayudó a planificar la marcha de Orlando.
Pero los jóvenes históricamente han sido apáticos con respecto a la votación, especialmente en las elecciones de mitad de período no presidenciales como este año.
Por eso, dijo Vilchez, se están creando pequeñas organizaciones en las universidades y secundarias para preparar equipos y organizar comités que están tratando de promover que los estudiantes empiecen a movilizar el voto de los jóvenes a nivel nacional. Next Gen America, una organización nacional, está invirtiendo para movilizar a los jóvenes no solo en las elecciones generales de noviembre sino para crear conciencia en Florida de que las primarias del 28 de agosto son importantes.
“Con el conocimiento de que no es votar por un candidato demócrata o republicano sino hacer conciencia de que no se vote por partidos sino por políticas que estén en favor de la seguridad de las personas. Estamos esperando que los republicanos dejen de escuchar al NRA y escuchen al pueblo”, aseguró el joven activista.
Y tan reciente como el sábado 7 de abril el congresista Darren Soto condujo una reunión pública para hablar sobre control de armas y a la que asistieron estudiantes de la secundaria Marjory Stoneman Douglas. Soto y sus compañeros legisladores Stephanie Murphy, Val Demings y el senador Bill Nelson, todos demócratas, han escuchado el clamor de los estudiantes.
Johanna López, quien es docente y candidata al Distrito 2 de la Junta Escolar del Condado de Orange, está en desacuerdo en armar a los empleados de las escuelas porque dice que los maestros no deben ser obligados a portar armas de fuego por leyes que atenten contra la seguridad física y psicológica de los niños.
“Como madre soltera de cuatro hijos, puedo decir que los padres no se sienten seguros sabiendo que sus hijos van a escuelas donde el personal y los maestros están armados. Puedo asegurarles que nuestros estudiantes no quieren que sus maestros estén armados tampoco. Nuestro mensaje es claro: ¡nuestras escuelas no son un campo
de batalla!”, dijo la maestra boricua.
Su propuesta es invertir en la salud mental de los estudiantes, en la infraestructura de las escuelas, en la capacitación del personal educativo y no docente y en el suministro de útiles escolares para los maestros y el personal.
La puertorriqueña Jacqueline Centeno, quien trabaja en las escuelas públicas del Condado de Osceola y también busca la posición para el Distrito 2 en Orange, opinó del programa “Marshall” de la recién aprobada ley SB 7026, que establece dar capacitación y armar a cierto personal de las escuelas.
“Es una vergüenza que nuestros legisladores siquiera consideren tal solicitud. Nuestras escuelas son instituciones de aprendizaje y no de armas. Nuestro personal está tan sobrecargado que agregar más cargas es un camino hacia el caos y el pánico entre nuestras comunidades”, aseguró Centeno.
Agregó que en vez de eso se deben de mantener las escuelas por medio de la instalación de tecnología avanzada, como cámaras, y con personal más atento; también asegurando más servicios de salud mental y trabajadores sociales para los alumnos.
Peter Jochua Cora, un joven puertorriqueño activista y que es parte del personal de un plantel escolar en el Condado de Orange, está completamente en contra de armar a los trabajadores escolares.
“Pienso que lo más importante es atacar esta epidemia de raíz y no se está haciendo. En un momento de pánico cualquiera puede disparar un arma, puede haber accidentes bajo tanta presión que ya existe en las escuelas. Pienso que para combatir esto deberíamos mirar a otros países que han tomado acción. Estados Unidos no es el único país con videojuegos violentos, con niños malcriados y con música incitadora al crimen. Pero sí somos un país donde es más fácil adquirir un arma de fuego que una licencia de conducir. Pienso que hay que atacar el problema de la raíz federalmente”, dijo el activista.l