DEPRESIÓN
Una de cada seis personas en Estados Unidos toma medicamentos antidepresivos. Las estadísticas indican que 16 millones de estadounidenses padecen depresión clínica. El diagnóstico de depresión es más frecuente en mujeres que en hombres, pero no discrimina por edad, raza ni estatus socioeconómico.
Depresión es una palabra que usamos casi todos los días sin saber exactamente lo que significa. Decimos estar deprimidos si estamos tristes o si nos sentimos “down”.
Tristeza no es lo mismo que depresión. Es normal que algunos eventos nos hagan sentir tristeza. La muerte de un ser amado, perder el trabajo, un divorcio o el rompimiento de una relación son ejemplos de estos eventos que causan gran tristeza y los medicamentos no nos quitan ese dolor de corazón. Es un proceso que tenemos que vivir.
También es normal que haya días que nos sintamos fatigados y desganados sin estar deprimidos, pero si estos síntomas persisten por seis meses o más podemos desarrollar una depresión clínica.
La depresión clínica sucede cuando los sentimientos de tristeza, ira, pérdida y falta de esperanza interfieren en el diario vivir. Este tipo de depresión es un serio desbalance bioquímico en el cerebro que puede ser hereditario y requiere tratamiento médico y terapia psicológica.
Ya sea depresión clínica o depresión situacional, no hay una pastilla mágica para solucionar nuestros problemas. Además de medicamentos necesitamos ayuda y terapia para cambiar nuestros pensamientos negativos y derrotistas, lidiar con nuestras emociones y cambiar nuestros comportamientos. Esto requiere consistencia y trabajo, lo cual es difícil cuando vemos la vida sin esperanza ni placer.
Es importante que los familiares y amistades de personas sufriendo depresión nos eduquemos sobre la depresión y sus síntomas. Además necesitamos aprender como aceptarlas(os), apoyarlas(os) sin presionarlas(os) con paciencia, haciéndoles saber que son valoradas(os) y amadas(os).