La Prensa - Orlando

Éxodo, lucha y realidad

Las circunstan­cias de muchas familias boricuas desplazada­s de Puerto Rico son difíciles pero hay fuerza y esperanza

- Migdalia Fernández migdaliafe­rnandez@journalist.com ESPECIAL PARA LA PRENSA

A poco más de medio año del paso del huracán María en la isla de Puerto Rico, aun se encuentran muchas familias desplazada­s viviendo en hoteles de la Florida Central y en espera de mejorar sus condicione­s de vida. Pero la situación es dura y cada caso tiene sus necesidade­s particular­es para sobrevivir.

Durante estos ocho meses FEMA ha asistido con ayuda provisiona­l de asistencia y no se sabe cuánto más continuará este apoyo (prorrogado hasta el 30 de junio) o cual será el futuro de algunas de estas familias que se encuentran en una zona gris, un limbo en donde en la Florida Central no han conseguido su propio rumbo y no tienen vivienda pero tampoco tienen a dónde regresar si vuelven a la isla.

La situación actual de estas familias es cada una diferente, aunque el factor común es que aún necesitan de las ayudas provistas por FEMA para vivir en hoteles en lo que pueden salir hacia adelante. Tal vez, otras ayudas también sean necesarias de acuerdo con cada caso particular.

“Es algo sin precedente y por eso se ha trabajado con FEMA paso a paso, poco a poco, no hay una regla que diga que la ayuda dura hasta cierto tiempo especifico, más bien es cada caso lo que hay que trabajar”, dijo Millie Santiago, activista del grupo Vamos4Puer­toRico e integrante de una familia desplazada: ella y sus dos hijos, de 14 y 16 años de edad, también viven en un hotel con la ayuda hasta que puedan resolver su caso.

“A veces lo que no se entiende es que aunque uno esté trabajando, los depósitos de los apartament­os están muy caros y no se cualifica o si se cualifica hay que dar tres meses de pago (el mes de depó- sito, el mes actual y el último mes) mas depósitos para utilidades y es un dinero que muchos no tenemos pues vinimos a la Florida con lo que teníamos a la mano”, dijo Santiago y añadió que la actual lista de espera de apartament­os implica con frecuencia esperar de 10 meses a 1 año para conseguir una vacante.

María Báez y su nieto de cinco años Christian Daniel

Llegaron a Orlando el pasado 3 de noviembre en busca de ayuda médica luego del huracán María, pues el menor necesita cuidados especiales que no estaban disponible­s para ellos en la isla. “Aquí está yendo a la escuela y le están dando terapias”, dijo Báez, abuela paterna del niño del cual tiene la custodia luego de que sufrió abuso de su madre y padecido el ‘síndrome del bebé sacudido’.

Báez sobrevive con recursos de su seguro social, asistencia del gobierno y ayuda de FEMA. Además, funcionari­os electos como Darren Soto la han ayudado en su caso y la candidata a la junta escolar Jacqueline Centeno ha estado cerca del caso del niño pues trabaja en la misma escuela en la que él toma clases.

“En Puerto Rico, las farmacias estaban cerradas, SER de Puerto Rico cerrado, no hay pediatras disponible­s y hasta para hacer compra de comida la fila es terrible. Mi hijo pasaba horas para un poco de gasolina, la condición de Christian necesita de mucho y aquí [Orlando] está recibiendo las ayudas que el necesita. Gracias a Centeno que me ha ayudado mucho a mover el caso y a Soto también”, dijo Báez.

A su nieto lo operarán de la cadera en Tampa en el próximo mes y aún no sabe qué hará después de que finalice la extensión de la ayuda de FEMA el 30 de junio. Por tener bajos ingresos no califica para rentar un apartament­o y, según ella, ha conseguido cuartos en renta pero le niegan el rentarlo por tener a un niño con ella.

David Olmeda, Christine Gonzales y el niño Khalil

David Olmeda llegó a Orlando el 14 de noviembre 14. Su familia residía en Cayey, Puerto Rico, y la casa que rentaban fue destrozada por el huracán María. “El dueño dijo que no la iba a arreglar, lo único que quedó fue un baño”, dijo Olmeda, quien era camionero en la isla y se quedó sin empleo pues el camión que manejaba sufrió daños permanente­s con el paso del huracán.

Su esposa, Christine Gonzales, se quedó en la isla con unos familiares en lo que pudo sacar el dinero para reunirse con su esposo, quien se estaba alojando con unos amigos en el área de Poinciana. Poco después de estar allí, ya sabía que no podía continuar quedándose incomodand­o y recibieron la ayuda de FEMA para hospedarse en un hotel con su hijo Khalil, de 1 año y 4 meses.

“No es fácil estar así sin tener adonde ir, es muy cuesta arriba. Comíamos en la calle pues no había cocinita en el cuarto y gastando lo que me ganaba en eso, pues el nene necesita su comida caliente y no es justo para él”, dijo González, quien ha conseguido trabajo en la industria hotelera limpiado habitacion­es. Hace apenas una semana el hotel donde se hospedan los movió a una habitación con una estufa donde pueden cocinar y están contentos por eso. Pero su situación de vivienda podría mejorar si logan ahorrar el pronto de un apartament­o, dijo Olmeda, quien trabaja en Home Depot pero aún no le han dado un puesto de tiempo completo.

Olmeda tenía licencia especial para conducir camiones en Puerto Rico, pero en Orlando no ha podido trabajar en esa industria pese a tener las destrezas necesarias, pues comenta que para convalidar la licencia de conducir camiones tiene que comenzar desde cero y obtener una licencia nueva, que cuesta unos $6,000.

“Hubo un abogado que se comprometi­ó a ayudarme a conseguir mi licencia, espero en Dios que sea así y no sea otra esperanza falsa como he tenido con otras cosas”, dijo Olmeda, quien había tenido la promesa de ayuda de una iglesia para el depósito de un apartament­o pero aun no le han cumplido.

María Santiago

María llego a Orlando huyendo del huracán María y encontró su muerte de una forma trágica. Lamentable­mente fue ultimada a tiros en el hotel donde residía con sus hijos. Ella era enfermera en Puerto Rico y había conseguido empleo en Orlando con la compañía de Disney en el área de Construcci­ón.

Al momento de la entrevista, Santiago apenas esperaba la ayuda prometida de una iglesia para poder mudarse a un apartament­o al que había solicitado y sido aprobada. “Lo malo de esto es que no te contestan después de que te ofrecen las ayudas y puedo perder la oportunida­d de mudarme”, dijo Santiago. La investigac­ión sobre su muerte en un tiroteo en el hotel donde se hospedaba está abierta.

William Otero, Jaycary Skerctt, Yasir J. Millan, Jheyzen S. Millan, Jayshamile­inys Aracena

Esta familia llegó a Orlando el 6 de noviembre y desde entonces viven en un cuarto de hotel. Provienen del pueblo de Carolina y no tienen a dónde regresar en Puerto Rico pues su área quedo destruida. Los niños van a una escuela del Condado Osceola y el autobús escolar los va a recoger al hotel. Aun no saben qué alternativ­as tendrán luego de que se venza el plazo de la ayuda de FEMA y la mamá de la familia acaba de enterarse que está embarazada y no sabe exactament­e cuánto tiempo de gestación tiene.

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MIGDALIA FERNÁNDEZ / LA PRENSA La familia boricua de William Otero, Jaycary Skerctt , Yasir J. Millan, Jheyzen S. Millan y Jayshamile­inys Aracena viven en un hotel en el área de Orlando.
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FOTOS: MIGDALIA FERNÁNDEZ / LA PRENSA David Olmeda, Christine Gonzales y su hijo Khalil.
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