SEA CIUDADANO CELESTIAL

A nosotros se nos olvida que en este mundo vamos de paso, podríamos decir que somos turistas, un día llegamos pero un día nos vamos y muchas veces luchamos por algo, agotamos todos nuestros recursos y al final no nos llevamos nada. Así como llegamos así nos vamos.

Esto no quiere decir que no debemos lograr nuestros objetivos y metas que nos hemos propuesto, no me malinterpreten. Por el contrario, si no tenemos metas y luchamos por lograrlas, estamos muertos en vida, pero nos enfocamos tanto en ellas que se nos olvida que un día dejaremos de existir. Nos dijo el Señor que buscáramos primeramente el reino de Dios y su justicia y todo vendría por añadidura. El mundo nos pinta una felicidad ficticia y nos dice que mientras más tengamos más vamos a ser felices y por esta razón nunca encontramos la felicidad porque siempre queremos más. Empecemos por disfrutar lo que Dios nos ha dado.

Hace unos días recibí la visita de una persona muy allegada a nosotros, económicamente nunca le ha faltado nada, ha adquirido en la vida todo lo que ha deseado, pero llegó a la conclusión que todo era vanidad. Ella pertenece a una familia compuesta de tres hijos, ella y dos hermanos, uno de ellos se suicidó y el otro después de un accidente quedó totalmente parapléjico por el resto de la vida. Su mente esta perfecta pero su cuerpo no lo puede mover. Lleva en este problema más de 25 años y ella nos decía que para qué tanto dinero si no era feliz. No estoy hablando mal del dinero, el dinero no es malo, lo malo es el amor al dinero. Pongamos la mirada en las cosas de arriba, reciba a Jesucristo como su Salvador. Se me portan bien y buen genio.l

“No estoy hablando mal del dinero, el dinero no es malo, lo malo es el amor al dinero. Pongamos la mirada en las cosas de arriba”.