Joven, artista y luchadora solidaria
Amber Hall es una artista innata. Dice que desde que tiene uso de razón pinta. Esta joven de 15 años lleva el arte en la sangre, pero esa misma sangre tiene que batallar desde los 8 años con los niveles descontrolados de azúcar. Por eso, por medio de sus pinturas trata de hacer conciencia sobre la enfermedad de la diabetes, específicamente la tipo 1 que ella padece. “Mi estilo es más de la cultura popular. Mi inspiración viene de artistas clásicos como Leonardo da Vinci, su Mona Lisa, es mi inspiración”, dijo Hall, acompañada por su madre Leslie Rae.
Para crear conciencia la adolescente exhibe sus obras en diferentes partes de la nación y por todo el mes de agosto su obra se estará exponiendo en la biblioteca Hart Memorial Central & Ray Shanks Law de Kissimmee. Una parte de las ventas serán para una fundación que investiga esta enfermedad en niños.
A los 5 años, Hall tomó un lápiz y comenzó a hacer sus primeros bocetos y dibujos. Con el tiempo fue incorporando tinta de color, pintura acrílica y acuarela a sus bocetos. “Me gustan pintar mariposas porque empiezan como capullos y crecen para convertirse en algo extremadamente hermoso, me gusta poner muchas mariposas en mi arte, es una colección que quiero crear”, comentó la joven artista mientras mostraba sus cuadros ya colgados en los salones de la biblioteca de Kissimmee.
A los 8 años la vivaz niña fue diagnosticada con diabetes tipo 1, diabetes juvenil o diabetes que es dependiente de la insulina, una enfermedad crónica en la que el páncreas produce poca o ninguna insulina. En Estados Unidos, uno de cada 400 niños y adolescentes tiene diabetes tipo 1. Sus cuerpos simplemente no pueden producir o usar efectivamente la insulina que es necesaria para convertir la glucosa en energía y es una de las principales causas de muerte y discapacidad. La incidencia de la diabetes está creciendo a un ritmo alarmante. Si no se controla, puede causar una variedad de complica- ciones en los niños a largo plazo: ceguera, enfermedades cardíacas y vasculares, derrames cerebrales, insuficiencia renal, amputaciones y daño en los nervios.
Hall nació en el Bronx, Nueva York, y creció en la ciudad de Sleepy Hollow. Actualmente vive en Kissimmee. Ella controla su diabetes mediante inyecciones de insulina. Y a través del apoyo y la dirección de la Fundación de Investigación de Diabetes Juvenil (JDRF) ha podido mantener vivo su sueño de algún día convertirse en ilustradora profesional.
A pesar de su corta edad, Hall es una joven muy madura. “Creo que la diabetes me ha hecho madurar. Para mí ha sido una lucha aprender de todo esto y en JDRF me han ayudado a conseguir mis suministros, ir a clases para aprender cómo lidiar con la diabetes. Por eso parte de las pinturas que se vendan van para esa fundación que me enseñó el mundo de la diabetes”, señaló Hall quien es la más joven de cuatro hermanas. Su madre es originaria de Puerto Rico y su padre de Jamaica.
“La diabetes es una carga de salud pública en todo el país, pero se puede prevenir a través del control de peso y el aumento de la actividad física. El programa de prevención de diabetes es una oportunidad para mejorar los resultados de salud en el Condado de Seminole y disminuir la incidencia de diabetes “, expresó Andrew Derry, coordinador del programa de prevención de diabetes del Departamento de Salud de Florida en el Condado de Seminole.
“Debemos tener en cuenta que la insulina no es una cura. La esperanza de una cura es investigación y la JDRF es una de las organizaciones más agresivas en mundo lidiando con la diabetes tipo 1. En un año típico, al menos el 80% de todos los gastos son para apoyar la investigación científica y la educación sobre la diabetes”, dijo la madre de la joven y también aprovechó el momento para invitar al público a mirar la exhibición y comprar alguno de los cuadros ya que una porción de las ganancias será para la organizacion JDRF, que promueve la concientización sobre la diabetes tipo 1.l