Pone a niños en clase
Un vistazo a la apertura de la escuela de James, que quedará como otro increíble legado
Cuando LeBron James tenía 7 u 8 años de edad dejó de ir a la escuela en su natal ciudad de Akron, Ohio, por 83 días. Él y su madre vivían lejos, no tenían auto y el transporte público no era eficiente.
“Pero cada día que me presentaba en la escuela los maestros le decían a mi mamá: ‘Cuando él viene es uno de los mejores estudiantes que tenemos. Esperamos que venga más seguido’”, recordó ayer James durante un día especial para él el pasado 30 de julio por razones que no tienen que ver directamente con el deporte.
El mejor basquetbolista del mundo y nuevo jugador de los Lakers de Los Ángeles inauguró su escuela pública en Akron, la cual tiene por meta brindarles a niños marginados o “en riesgo” la oportunidad de prepararse y desarrollarse.
La escuela se llama “I Promise School”, alberga en un principio a 240 estudiantes de tercer y cuarto grados -con planes de expansión- que tendrán alimentación incluida y un real plan a futuro: quienes se gradúen obtendrán una beca total para la Universidad de Akron.
El proyecto completo demuestra una vez más el gran lado humano de un superatleta que muchas veces fue criticado pero que se ha engrandecido por acciones fuera de la cancha.
“La escuela no significaba nada para mí”, detalló James sobre aquellos días de su niñez. “Sentía que cada día me levantaba y tenía mucho tiempo libre para no hacer nada. No tenía hermanos… Había muchos días vacíos, noches vacías y simplemente un proceso de pensamiento sin futuro”.
James calificó la apertura de su escuela como el mejor momento de su carrera.
“Lo digo en serio”, le dijo a la conductora de ESPN, Rachel Nichols, en una entrevista. “Es mi primera vez aquí, caminando por los pasillos y mirando. Cuando estaba manejando, por las calles en las que caminé, (vi) algunas tiendas que aún existen de cuando era joven, (y) estar sentado aquí, con mi Fundación, es increíble. Es un momento que nunca voy a olvidar y ojalá que los chicos tampoco lo olviden”.
Irónicamente, el admirable gesto de apoyo de James a su comunidad coincide con su salida de los Cavaliers de Cleveland para irse a L.A.
“Es un poco agridulce este momento, sentado aquí en mi escuela que estoy abriendo para estos chicos y al mismo tiempo haciendo un cambio a la otra costa”, dijo un James, más grande que nunca.
“El baloncesto lo amo y lo disfruto, pero poder dar de regreso y abrir una escuela es algo que va mucho más allá de mi vida” LeBron James