IMITEMOS LO BUENO Y NO LO MALO

Aunque queramos ser auténticos y originales terminamos siempre imitando a alguien. No veo nada de malo en esto, pero lo importante es que imitemos lo bueno y no lo malo, ya que como personas no somos perfectos. Me ha pasado: en mi vida como cristiano tuve dos grandes pastores a los cuales admiré mucho y seguí sus consejos y los he imitado en muchas cosas. Y aunque no fueron perfectos, fueron muy correctos en todas sus acciones.

Dice el refrán “dime con quién andas y te diré quién eres” y esto tiene una gran verdad ya que al final del día terminamos imitando a los demás. Por eso dicen las sagradas escrituras “el que anda con sabios, sabio será, pero el que anda con necios, terminará siendo uno de ellos”. Por eso, dicen por ahí, el que anda entre la miel, algo se le prenderá.

Si queremos una vida diferente y de victoria imitemos al mejor de todos, imitemos a Jesucristo, como el mismo lo dijo: “porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis”. Nos dio ejemplo de amor, ya que se hizo hombre, se despojó de su divinidad y vino a morir por todos nosotros y nos dice que amemos a los que nos hacen mal y que tenemos que perdonar setenta veces siete. Recordemos que estando en la cruz decía “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”.

Sigamos sus pisadas ya que vino a servir y no a ser servido, imitemos su humildad pero no como sinónimo de pobreza como muchos piensan sino como un vivo ejemplo de amor, pureza, fe y obediencia ya que siempre hizo la voluntad del Padre.

Neguémonos a nosotros mismos e imitemos al mejor.

Dios los bendiga, se me portan bien y buen genio.l