FIESTAS, SEXO, ALCOHOL, Y ADOLESCENTES
Por días hemos escuchado los reportajes sobre el presunto comportamiento del juez Kavanaugh a los 17 y 18 años y a las mujeres acusándolo de violencia sexual decir las razones de por qué no lo reportaron antes. Escuchamos que no había adultos supervisando las fiestas donde abundaban alcohol y drogas. Una tenía 15 años y no tenía permiso de sus padres para ir a ese tipo de fiesta. Otra estaba bebida y pensó que la iban a culpar. La tercera sintió vergüenza de decir que estuvo en fiestas donde filas de jóvenes usaban sexualmente a otras jóvenes que estaban bebiendo o experimentando con drogas.
“¿Cómo podemos proteger a nuestras(os) hijas o hijos?”. La contestación es complicada ya que no podemos mantenerlos encerrados o protegidos de todo mal. Ellos crecen y necesitan vivir experiencias buenas y males. Nuestro trabajo es proveerles de las herramientas para desarrollar autodisciplina y autoprotección.
Esto incluye modelar y enseñarles desde temprana edad a ser respetuosos de todos, que cada comportamiento tiene consecuencias y a tomar responsabilidad por sus actos. Enseñarles a preguntarse ¿cómo yo me sentiría si me hicieran esto o aquello? Enseñarles que su cuerpo es sagrado y nadie tiene derecho a tocarlo. Hay clases de defensa personal disponibles en la comunidad o por el internet.
Es importante enseñarles cómo el alcohol y las drogas afectan nuestra habilidad de tomar decisiones responsables sin cantaletear o amenazar. A no tomar nada que alguien pueda echarle “algo”. Hacer lo posible por conocer a sus amistades.
No debemos alejarnos de temas incómodos sino enfrentarlos con información clara y correcta. No reaccionar negativamente si nos hacen preguntas o cuentan algo sobre estos temas porque esto hará que no confíen en nosotros. Busquemos información en libros, internet o clases sobre comunicación efectiva con nuestros hijos.l