NACER DE NUEVO

Lo dijo Jesucristo: el que no naciera de nuevo no podría ver el reino de Dios. Allí había un hombre instruido y letrado que le preguntó: ¿cómo un hombre siendo viejo puede nacer de nuevo, acaso puede entrar nuevamente en el vientre de su madre y nacer nuevamente?

Esta es una de las preguntas que muchas personas se hacen sobre el nacer de nuevo. Recordemos que nosotros nacemos de la carne y vivimos en la carne, pero una vez aceptamos a Jesucristo como nuestro Salvador y lo hacemos de corazón comienza en nosotros un nuevo estilo de vida. Nunca llegaremos a la perfección pero si lucharemos por cada día ser mejores.

El nacer de nuevo significa el cambio que hacemos, las cosas viejas pasaron y aquí todas son hechas nuevas. Es la lucha interna de una persona cuando lucha por no satisfacer los deseos de nuestro cuerpo, el cual nos lleva a la separación con Dios y más bien empieza a vivir en el Espíritu Santo que vive dentro de nosotros. Como dicen las escrituras: “porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne, pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu”.

Entonces el que pecaba no peque más, el que robaba no robe más, el que mentía no mienta, el que adulteraba no adultere más. Hasta nuestra manera de hablar comienza a cambiar y no es que cambiemos de personalidad, pero sí de un estilo de vida, nuestra visión experimenta un cambio, ya no miramos tanto las cosas terrenales y nos enfocamos más en las espirituales, luchamos por agradar más a Dios que a los hombres. Nuevamente nunca lograremos la perfección, pero sí lucharemos por una vida de santificación. Nazca de nuevo, se me porta bien y buen genio.