BENDITO EL QUE CONFÍA EN DIOS

¿Qué tan fácil es para nosotros confiar en una persona, la cual nos puede fallar en cualquier momento? Somos humanos, no somos perfectos y podemos defraudar a los demás. ¿Pero qué tan difícil es confiar en nuestro Dios, el creador del cielo y la tierra, el que nos dio la vida y un día se hizo hombre y vino a morir por todos nosotros?

Una de las grandes promesas que Dios tiene para el hombre es “Bendito el hombre que confía en Dios y cuya confianza está en Jehová”. Quienes así lo hacemos seremos como árboles plantados junto a corrientes de agua, que damos fruto a su tiempo y su hoja no cae y todo lo que hagamos prosperará. El confiar en Dios nos trae paz, esa paz que el mundo no nos puede dar. Cuando ponemos en sus manos nuestro futuro y el de nuestras familias, sabemos que las cosas son diferentes: “Encomienda a Jehová tu camino, confía en Él y Él hará”.

Recuerdo la historia del gran profeta Daniel cuando en su época salió un decreto de que nadie podía adorar ningún Dios que no fuera al propio rey Darío y el que no lo hiciera sería enviado al foso de los leones. Daniel siguió confiando en el mismo Dios que yo también confío, no hizo caso al decreto, siguió adorando a nuestro Dios y por consiguiente fue enviado con los leones. Pero allí el Señor lo protegió y las fieras salvajes no lo tocaron.

¿En quién estamos confiando en este momento? Dice su palabra que “Ay de aquel que confía en otro hombre”. Confiemos en el Señor, Él es nuestro castillo, nuestro libertador y Salvador. Dios me los bendiga, se portan bien y buen genio.l