Ahí viene Mbappé
Antes de cumplir los 20 años, el joven galo acumula méritos para ser considerado el próximo gran futbolista del orbe con una trayectoria en la que no deja de acumular logros
Kylian Mbappé echa sobre sus hombros grandes expectativas que se van quedando atrás cada día que transcurre. En cada feroz zancada va colmado de récords por su precocidad para convertirse en estrella y cada vez acapara más miradas que lo ven como el heredero al trono de mejor futbolista del orbe, cuando aún no cuenta con 20 años de edad.
Mbappé (París, 20 de diciembre de 1998) escapa y elude la presión mediática como lo hace regularmente en el campo. Aunque es muy joven, ya lleva varios años en el radar de las opiniones y cada vez que maravilla al mundo con una genialidad se desmarca de sus compañeros Neymar Jr., en el club PSG, en la Liga Francesa; y Antoine Griezmann, en la selección gala, como el más adelantado de los aspirantes a suceder a Lionel Messi (FC Barcelona) y al portugués Cristiano Ronaldo (Juventus) en el trono que se han turnado como el mejor del orbe.
Kylian Mbappé posee varios blasones dignos de ser envidiados hasta por el propio Messi y Ronaldo. El más luminoso y que no han sido los dos que han ejercido una tiranía es ser campeón del Mundo, que en el caso del galo va hasta acompañado ese logro con el haber sido reconocido como el Mejor futbolista juvenil de Rusia 2018.
Para el joven parisino la vida se borda con sencillez. No hace muchos, cuando apenas tenía 15 años, conoció a su ídolo Cristiano, cuya imagen adornaba las paredes de su recámara con pósters, y tuvo la oportunidad de convivir con él en una práctica con el Real Madrid. El entrenador Zinedine Zidane –otro ídolo por sus glorias como futbolista francés– sabía del potencial del chico del problemático barrio de Bondi, pero fue incapaz de convencerlo de que se uniera en ese momento al pomposo Real Madrid.
Desde el 2 de diciembre de 2015, a los 16 años y 347 días de edad, comenzó un meteórico camino hacia el estrellato. Ese día se convirtió en el futbolista más joven en debutar en la Liga Francesa con el AS Mónaco (récord que ahora posee el italiano Pietro Pellegri con 16 años y 336 días); ese fue el primero de un racimo de marcas, las cuales siguen en su poder y lucen complicadas que nadie se las arrebate en el corto plazo.
La selección de Francia dejó de ser el equipo de Griezmann para convertirse en el de Mbappé. La Fecha FIFA de la semana pasada dio fe de una nueva realidad cuando el delantero del PSG revolucionó el duelo ante Islandia, que perdían 2-0, al provocar un autogol (86’) y en el último minuto del tiempo regular igualar con un penal.
En Francia veneran al delantero que de golpe y porrazo el PSG convirtió en el segundo fichaje más oneroso en la historia al pagar por su contratación 180 millones de euros al AS Mónaco en el verano de 2017; una locura de dinero superada únicamente por la que la misma entidad desembolsó por Neymar semanas antes al cubrir su cláusula de rescisión al FC Barcelona de 250 millones de euros.
Pero ni todo el dinero ni toda la fama han hecho mella en la forma de ser del chico de 19 años. Virtud que parece no llenar los ojos de Florentino Pérez, el todopoderoso presidente del Real Madrid cuya apuesta a futuro se inclina por fichar a Neymar, a pesar de sus antecedentes de fiestero, al haberse convertido el asunto en “una cuestión de honor”, como ha reportado la prensa española, a pesar de que entre los aficionados merengues el deseo de fichar a Mbappé crece cada día.
Los fans parisinos tampoco desean la partida de su joya después de darles un verano inolvidable con el título del Mundial de Rusia, justo dos décadas después del primero que lograron como locales y cuando Kylian ni siquiera había nacido.
Él fue el único del conjunto galo que rechazó la prima de 400,000 euros por la corona Mundial y destinó esos recursos para labores de beneficencia social en su barrio natal de la “Ciudad Luz”. Él hace del futbol ahora un instrumento de cambio en un barrio que hace más de una década (2005) saltó a la luz de los medios de comunicación por las protestas que desembocaron en cuatro muertos y miles de autos incendiados.
Poco antes de cumplir los 19 años, el 7 de diciembre de 2017, ocupó la séptima posición en el listado final para el Balón de Oro, inaugurando un club de que jamás nadie a su edad había terminado dentro de los 10 mejores de la prestigiosa votación. Éste es sólo uno de los puntos que ha dejado como marcas indelebles en un camino en el que el brillo no cesa y parece inagotable.
Una larga trayectoria aguarda al prodigio francés, cuyos logros se recogen ahora por racimo cuando se echa una mirada al pasado. Su costo puede ser tal ahora que sea inalcanzable para todos los equipos mientras la voluntad del PSG sea apostar por él como su símbolo y desprenderse de Neymar para que lo siga siendo…
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