RECORDANDO A LOS HÉROES
El último lunes de mayo se celebra en Estados Unidos el Día de Recordación. Aunque muchos lo usan para irse a la playa o beneficiarse de especiales en las tiendas, el propósito de esta celebración es honrar a aquellos que han sacrificado sus vidas en guerras pasadas y presentes.
Al escuchar noticias sobre una posible guerra contra Irán, es importante que pensemos en nuestros hombres y mujeres jóvenes que se encuentran sirviendo en las Fuerzas Armadas en áreas lejanas. Muchos de los que se unen a las Fuerzas Armadas lo hacen porque son pobres que no consiguen trabajo, otros lo hacen porque sus padres fueron militares y lo consideran su deber. Como son jóvenes, piensan que son invencibles y aunque ven a otros heridos o muertos piensan “eso no me va a pasar a mí”.
Tampoco debemos olvidar el impacto que este servicio tiene en sus familias. La preocupación sobre su bienestar y el dolor cuando se enteran que han sido heridos o han muerto son inmensos. Pero también, sienten gran orgullo por el valor que han mostrado sus hijo(as), esposos(as) al servir.
Tristemente, aquellos que comienzan estas guerras o conflictos internacionales no van a la batalla. Su retórica escala y sus egos los llevan a abusar de sus pueblos o justificar confortamientos bélicos. Mientras ellos están sentados en sus oficinas, dan órdenes que terminan en duelo para ambos bandos.
Los demás seguimos con nuestras vidas sin pensar en ellos y tomamos por sentado que alguien está defendiendo nuestra forma de vida.
Aunque no estemos de acuerdo con las guerras, no tenemos derecho a humillar a los militares como muchos hicieron durante la Guerra de Vietnam. Ellos merecen nuestro respeto y agradecimiento.
Tomemos tiempo para honrar a los caídos y ofrecer apoyo a sus familias.l