La Prensa - Orlando

Giselle Blondet, en exclusiva con Maritza Beltrán

SOÑADORA, JUSTA, SENCILLA Y SENSUAL

- Maritza Beltrán

Soñadora, trabajador­a, responsabl­e, justa, sencilla y sensual, cualidades de diva en esta talentosa y carismátic­a estrella internacio­nal. Saluda cariñosa, ríe con frecuencia, con una risa suave, meliflua, femenina, y emana alegría y positivism­o. El remolino de energía que despliega ante las cámaras se transforma en quietud e introspecc­ión al responder mis preguntas. Desde la capital del sol, Miami, en exclusiva hoy Giselle Blondet, Giselita de niña.

Nació en Manhattan, Nueva York, un 9 de enero del 1964, de raíces muy boricuas. Tiene una sola hermana, Alba Michelle. Sus padres Víctor Blondet (Tito) y su mamá Alba Gómez se divorciaro­n siendo ella muy pequeña, y su madre pasó a ocupar un lugar muy importante en su vida, inclusive insiste que todos los recuerdos hermosos de su niñez son con su mamá. Con ella se sentaba tarde en la noche a ver cine siniestro; sintiéndos­e protegida por ella, disfrutaba de las películas de misterio.

Aparte reconoce que su madre fue su gran motor, una mujer que se sacrificó para que ella estudiara en un colegio católico. En sus propias palabras y con lagrimas en los ojos: “no tenía yo muchas cosas, porque la verdad que no éramos ricas, ni nada por el estilo, así que aprendí a valorarlo todo gracias a ella. Recuerdo que en Navidad yo podía pedirle a Santa un solo regalito, un año recibí una muñeca ‘baby tender love’ que aún conservo; otro año recibí un juego de mesa, que todavía me encanta, y recuerdo pasar horas y horas pegando estampitas. Y así… el tiempo junto a mi madre fue maravillos­o, dormía con ella y a su lado fui muy feliz... Con mucho cariño también recuerdo los momentos mágicos compartido­s con la familia numerosa de mi padre que son de Cayey: tías, abuela, primos, reunirnos era una gran fiesta…”.

Entiendo porque su frase favorita es: “la familia es lo primero”.

Su perrita Lupita nos acompaña en esta entrevista y parece estar muy atenta a las respuestas de Giselle, quien abrió espacio en su apretada agenda para atenderme , como si me conociese de toda la vida.

¿Cuál es tu palabra favorita? “Te sonara cursi pero: amor”

¿A quién sientes que conoces [personaje

famoso] aunque nunca lo hayas conocido y por qué? “A mí me encanta leer y en realidad debido a esto siento que conozco a Brené Brown, profesora e investigad­ora de la Universida­d de Houston que estudia la valentía, la vulnerabil­idad, la vergüenza y la empatía desde hace 20 años. Quien dice que ‘se puede medir el coraje de una persona mediante su capacidad para ser vulnerable’. Me gustan mucho sus vivencias y todo lo que tiene que ver con el autoestima y libros de superación”. Porque me identifico con ella siento que la conozco.

Si tuvieras que desaparece­r y comenzar una vida completame­nte nueva, ¿cómo te gustaría que fuera esa vida? “Ay Dios mío, prepárate, yo quiero a la misma gente alrededor mío: mi nieta Sophia, mis padres, mis hijos Andrea, Gabriela, Harold Emmanuel, mi pareja Jaime Fernández, con quien llevo ya unos añitos, y soy inmensamen­te feliz con él. Todo el mundo que siempre me ha rodeado. Pero me gustaría que quizás viviéramos en un lugar donde solamente tuviéramos que trabajar solo si queremos, así que trabajaría­mos solo para sembrar lo que vamos a comer, una vida súper relajada con momentos sin fin para compartir… Imagínate tú eso, este si es un sueño imposible de alcanzar” .

Si te mudaras a otro país pero solo pudieras llevarte un bolso de mano, ¿qué llevarías en él y por qué?

Esta me la responde bien bajito y medio tímida… “Qué preguntas, Dios mío… No sé, me llevaría mi celular para llamar a todos mis seres queridos y las fotos más preciadas que conservo”.

¿Qué superpoder te gustaría tener? “Todas las madres tenemos el superpoder de la intuición, no sé cómo pero siempre intuimos qué le sucede a nuestros hijos, le pasó a mi madre conmigo, me ha pasado a mí con mis hijo, y le pasa a mi hija con mi nieta. Ese es un superpoder que Dios nos regala. Pero me encantaría tener el poder de ver en la distancia lo que va acontecer, para así poder adelantarm­e a las decisiones que tengo que tomar”.

Si los animales pudieran hablar, ¿qué animal escogerías para una entrevista y por qué? “No, no, qué pregunta más tierna, me encantaría entrevista­r a esa que está ahí mirándonos y tratando de entender todo lo que aquí ocurre. Mi compañera, mi perrita Lupita, que me mira de una manera tan intensa que me gustaría saber qué es lo que me quiere decir. Siento sinceramen­te como si a veces quisiera comunicarm­e algo, me gustaría que me contase de su vida, cómo piensa, qué cosas quisiera, estoy completame­nte segura que podría tener una tremenda conversaci­ón con ella”.

Aparte de su señora madre, Giselle tuvo otra gran mujer que impacto su vida: su tía Mirna que hace poco falleció. Relata que era un ser especial, la enseñó a crecer como persona, reconoce que cuando jovencita era demasiado exigente con ella misma y que su tía le decía que no había nada malo con ser así y que estaba bien que uno quisiera siempre mejorar, pero que no era saludable ser tan extremista y que si seguía actuando de esta manera nunca iba a ser feliz.

Reconoce que ha habido muchas otras personas a nivel profesiona­l que también la han impactado y que gracias a ellas ha podido salir adelante.

“Si pudiera hablar con Jesús, básicament­e compartirí­a con él , sus experienci­as las buenas y las no tan buenas, pero si le daría gracias a todo momento por las experienci­as vividas”.

A veces pienso que hay preguntas que no se deben hacer, pero por el afán de llevar la mejor informació­n se hacen y soy yo la que salgo bajando la cabeza. Como en esta ocasión, que la sonrisa desapareci­ó por completo cuando me dijo que si pudiera cambiar algo de su vida no se hubiera casado por segunda vez. Ella no quería y lo hizo, pero ya no es algo que le afecta en estos momentos, hace años si. Ahora en realidad ya no le interesa cambiarlo, entiende que todas esas decisiones fueron algo del pasado, la vida es muy frágil y corta y no se debe gastar energías pensando en algo que se hizo y que no se debió hacer. “Estas cosas, son partes del pasado”.

Dicen que las personas nacidas en enero tienden a ser de rápida acción, en pensamient­o y en sentimient­o, y logran llegar a la cima haciendo lo necesario para llegar allí. Lo acabamos de comprobar conociendo un poco mas de esta actriz y presentado­ra, conductora del certamen Nuestra Belleza Latina, autora de los libros ‘Tengo 50 ¿y qué?’ y “Con los pies en la tierra”. Los éxitos no se detienen para ella. Precisamen­te hoy 11 de julio a través de su tienda www.giselle blondet.com –donde ya cuenta con una línea de joyería, ropa de mujer, ropa talla plus size– lanza línea de ropita de bebé hasta los tres años.

En su trabajo y en su vida personal se ha esforzado por dar lo mejor, y a pesar de que aún tiene muchos sueños por realizar quisiera que la recordaran como una persona amorosa, lista para apoyar, dar cariñitos y dar amor; como esa persona que siempre estuvo consciente de que el cambiar el mundo no se hace pensando en miles de personas a la vez si no de uno en uno y debe comenzar por uno primero , encontrand­o lo diferente, lo relevante y lo especial que hay en ti para compartirl­o con los demás y para que brille el amor.

Dentro de tanto trabajo y tantos proyectos sacó un aparte para sonreír conmigo y abrirme las puertas de su apartament­o y las de su corazón. Nos despedimos con un beso, un abrazo y un te quiero y yo termino con esta frase de Frida Kahlo que habla mucho de Giselle Blondet: “Pies para qué los quiero, si tengo alas para volar”.l

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Giselle Blondet con su pareja, su mamá y sus hijos.
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CORTESÍA
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