INDIGNACIÓN
¡Me siento indignada por todo lo que estoy escuchando en las noticias! Me preocupa grandemente lo que están aprendiendo los jóvenes al ver los comportamientos de los gobernantes de Estados Unidos y Puerto Rico.
Del presidente de Estados Unidos están aprendiendo que está bien ser racista, mentir, ser acusado de violar o abusar de más de 20 mujeres, no respetar la ley ni pagar impuestos. Lo ven humillar a personas con discapacidades, mujeres, héroes militares y faltarle el respeto a cuatro congresistas porque son mujeres y no son blancas.
Escuchan a pastores decir que él es el representante de Dios en la tierra aunque ha sido adúltero, estafador y ha permitido el arrebato y maltrato de niños inmigrantes. El Cristo a quien yo le rezo jamás estaría de acuerdo con estas injusticias.
En Puerto Rico ven los “chats” en los cuales el gobernador se mofa de los que murieron luego del huracán María, de personas obesas, discapacitadas y LGBTQ y se jacta de quitarle dinero que ayudaría al pueblo dándoselo a sus secuaces. “Chats” llenos de palabras soeces al referirse a mujeres y comentarios sobre mandar a matar a la alcaldesa de San Juan.
Lo que más me indigna es que estos hombres piensan que no han hecho nada malo y se rehúsan a tomar responsabilidad por sus actitudes y comportamientos. ¿A dónde hemos llegado? ¿Cómo podemos exigirles a nuestros hijos que sean honestos, respetuosos y responsables si ven estos ejemplos? Peor aún si nos oyen decir que los respaldamos.
Todo padre, ciudadano, cristiano, ser humano debe estar tan indignado como estoy yo ante los abusos y los comportamientos contrarios a la decencia que debemos esperar de nuestros líderes. Es tiempo de usar nuestra voz y exigir responsabilidad y decencia en nuestros gobernantes, no importa de qué partido político sean.