AYUDAR A LOS DEMÁS
“La pregunta más persistente y urgente de la vida es: ¿qué estás haciendo por los demás?”. Rev. Martin Luther King Jr.
Esta pregunta me recuerda el evangelio en el cual Jesús dijo: “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y viniste a mí… De cierto os digo que cuanto hicisteis a uno de estos mis hijos más pequeños, a mí lo hicisteis”.
Estamos viviendo en tiempos egoístas y en vez de reconocer que dando recibimos, nos pasamos el tiempo buscando estimación propia y estatus social comprando cosas de “marca”. Juzgamos y nos burlamos de los que “no tienen”. Pero la realidad es que nos sentimos vacíos por dentro, deprimidos y ansiosos porque no importa cuanto tengamos, nunca será suficiente.
Escuchamos a los religiosos y políticos decir que son pro vida, cuando en realidad son pro nacimiento. Ellos no creen en ayudar a los niños y sus familias una vez nacidos. Peor aún, muchos escogen ignorar a los niños y jóvenes que están enjaulados y traumatizados en la frontera. Se han olvidado que María y José huyeron a Egipto para proteger al niñito Jesús.
La empatía, la compasión y la caridad son virtudes que debemos cultivar y enseñar a nuestros niños y jóvenes.
Si ignoramos esta responsabilidad, llegará el día en que seamos nosotros los necesitados y ellos no se preocuparán por nosotros. No olvidemos el refrán que “cosechamos lo que sembramos”.
Si buscamos, encontraremos personas que están ayudando a aquellos que necesitan y podemos aprender de ellos, unirnos a ellos y ser parte de la solución de lo que aqueja a nuestra sociedad.
El Rev. King nos dijo que “siempre es el tiempo correcto para hacer lo correcto”.