FRUSTRACIÓN POR EL EMPATE EN LA SUPREMA CORTE SOBRE DACA/DAPA
Lágrimas, sorpresa, frustración y desconcierto causó el empate de la Suprema Corte que dejo sin resolver el futuro de los programas DACA y DAPA para cerca de cinco millones de indocumentados.
Tan pronto como se supo que la Suprema Corte quedaba empatada con 4 jueces a favor y 4 en contra, las organizaciones locales y del país que abogan por los inmigrantes salieron a opinar en las redes sociales y en conferencias de prensa.
La mayoría de las organizaciones apuntó que la no decisión de la Suprema Corte, que pone en manos de la corte del Quinto Circuito en Texas los programas DACA y DAPA, es frustrante y decepcionante.
Con rostros llenos de sorpresa algunos líderes agregaron que velarán y protegerán los derechos de los inmigrantes que quedan en este limbo eterno. Les advirtieron a los inmigrantes no caer presas fáciles de notarios públicos y personas inescrupulosas que tomen ventaja de ellos y les prometan regularizar su situación sin poder hacerlo en realidad.
Y siendo un año de campaña, muchos grupos apuntaron, como para que su dolor no hiciera más huella en ellos, que llamarán a más hispanos que pueden votar a que se registren y voten en noviembre como una forma de presión, el inmigrante colectivo.
Pero en esta lamentación estuvo ausente una autocrítica que apuntará a las causas que han contribuido a llegar a este punto histórico en donde millones de inmigrantes sin documentos quedan otra vez a la deriva.
En esencia la política nos ha llevado a este punto y los grupos que piden seguir votando como la única solución quieren continuar por el mismo derrotado sendero. Nadie quiso recordar que los hispanos votaron por Barack Obama en dos elecciones y no se produjo una solución viable.
Sin duda esta es una derrota para el presidente Obama, quien al deportar a 2 millones de los mismos inmigrantes, al menos podría presumir que emitio dos órdenes eje- cutivas. Ahora ni eso.
En la unión está la fuerza y los líderes hispanos del país que encabezan organizaciones jamás debieron haber dado su apoyo a programas como DACA y DAPA que están dirigidos únicamente para los DREAmers y para padres con hijos nacidos aquí. Una UHIRUPD PLJUDWRULD XQLÀFDda para todos hubiera sido la respuesta más sensible. He aquí las consecuencias:
“Después de haber huido de la violencia en mi país de origen y de vivir en los EEUU desde hace casi 10 años, mis cinco hijos y yo seguiremos viviendo con el temor de ser deportados y que nuestra familia pueda ser separada”, dijo Ana Cañenguez, una líder del grupo DREAMers Moms en Utah.
Las organizaciones que supuestamente velan por los derechos de los inmigrantes deben considerar mejor luchar por una amnistía general para todos y olvidar esta lucha por partes que divide a los inmigrantes por la forma en que llegaron aquí y por si tienen familiares nacidos aquí o no.
Todos los inmigrantes merecen un alivio a su situación, no solo los DREAMers.O