Un documental mexicano revela que existió un ‘paraíso’ en Auschwitz
Creado por Aarón y Esther Cohen, el filme que se exhibirá en Chicago narra con testimonios directos cómo decenas de niños sobrevivieron al holocausto gracias a la labor de un singular judío alemán
Los campos de concentración y exterminio de Auschwitz, en los que los nazis recluyeron de modo infame y asesinaron en masa a cientos de miles de personas, la gran mayoría judíos, es sin duda uno de los lugares más infernales que hayan existido jamás.
Pero un documental revela que, sin mermar la enormidad y el dolor de la tragedia del holocausto, en el campo de Auschwitz-Birkenau existió un pequeño y efímero oasis de vida en medio de la desolación. Un refugio educativo para niños en cierto modo apartado del terror y la muerte.
Se trata de ‘Paraíso en Auschwitz’, un documental dirigido por el mexicano Aarón Cohen, producido por su esposa Esther y con guión de la dramaturga Sabina Berman, que será presentado por primera vez en Estados Unidos entre el 27 y 29 de agosto de 2016 en Chicago.
El documental relata la historia, a través del testimonio directo de 13 protagonistas sobrevivientes, de cómo dentro del campo de Auschwitz-Birkenau (hoy Po-
Aarón y Esther Cohen, director y productora del documental ‘Paraíso en Auschwitz’.
lonia) se creó un bloque deGLFDGR HVSHFtÀFDPHQWH SDUD niños, en los que decenas de ellos recibieron educación, protección e, incluso, esperanza mientras a pocos pasos miles y miles de personas eran destruidas, literalmente, por el frenesí criminal de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
El trabajo comenzó cuando, al entrevistar a un destacado judío mexicano, sobreviviente del holocausto, Cohen conoció una historia sorprendente: dentro de Auschwitz existió una zona especial para niños, un espacio familiar que, durante pocos meses, mantuvo a sus ocupantes al margen de la devastación y, a la larga, permitió que muchos de esos pequeños salvaran la vida.
El responsable de ese ‘paraíso’ en Auschwitz-Birkenau fue, comentó Cohen, un judío alemán de nombre Alfred ‘Fredy’ Hirsch, que logró sorprendentemente que tanto en ese campo de concentración como, antes, en el de Terezin, en la entonces Checoeslovaquia, se establecieran espacios especiales, aislados del horror del holocausto, para que niños judíos pudiesen vivir, estudiar, trabajar, hacer deporte, crear arte.
Cohen se dio a la tarea de documentar esa historia ciertamente inusual, dado que los nazis consideraban a los judíos inferiores y asesinaron en masa a millones, y a descubrir quién era Hirsch y cuál era el recuerdo que los niños que él protegió y que sobrevivieron a la guerra, hoy ya de avanzada edad, tienen de él y de lo que sucedía en ese ‘paraíso’.
“Durante la investigación lo primero que hicimos fue acudir al Archivo Spielberg, de 52,000 testimonios de sobrevivientes del holocausto... y encontramos seis testimonios. Fuimos a República Checa donde logramos entrevistar a dos sobrevivientes más, luego viajamos a Israel donde entrevistamos a tres sobrevivientes más y a Boston donde hablamos con una persona más. En total son 13 sobrevivientes [al incluir el de México]”, contó Cohen.
Cohen reconoce que el título mismo de su documental es controvertido y que ha molestado a algunas personas que comentan “que cómo podemos decir que hubo un paraíso en Auschwitz”. Pero, añade, entonces los creadoUHV GHO ÀOPH LQYLWDQ D TXLHnes así piensan a ver el documental para que sepan que “efectivamente sí hubo un pequeño rayito de sol en medio GHO LQÀHUQR TXH GXUy QXHYH meses [entre 1943 y 1944] nada más. Fredy Hirsch fue el que lo logró”.
Los sobrevivientes recuerdan con sonrisas a Hirsch, quien aunque era un joven judío y estaba también recluido en el campo, por ser alemán y tener una personalidad singular lograba, relata Cohen, obtener de los nazis concesiones para mantener el bloque de niños a su cargo. Inclusive, en una situación que Cohen considera intrigante, el propio médico nazi Josef Mengele, de infausta memoria por los atroces experimentos que practicaba en personas recluidas en los campos de presentación, tenía a Hirsch en cierta consideración y le permitió por un breve tiempo mantener su oasis para niños en Auschwitz.
(O ÀOPH QDUUD XQD SRGHURsa historia directamente de los sobrevivientes, y es por ello un documento singular. Y, a reserva de que el lector mire el documental y conozca directamente la historia y juzgue por sí mismo sobre sus aspectos controversiales, es claro que varias decenas de niños pudieron sobrevivir el horror del nazismo gracias a la labor de Hirsch. Trece de ellos expresan su testimonio en el documental y su palabra y el documental de Cohen es un modo de “rescatar del olvido la memoria de Hirsch”.
La enseñanza del documental, añade Cohen, ayuda a crear conciencia sobre la necesidad de tolerancia y paz en el mundo actual.O