La Raza Chicago

Trump ganó con el sólido apoyo de los trabajador­es blancos

- Pilar Marrero

Triunfó en estados republican­os y también penetró en territorio­s tradiciona­lmente demócratas

El republican­o Donald Trump, el magnate y novato político que construyó un movimiento de corte nacionalis­ta y popular en apenas un año y medio, se convirtió en el presidente electo de los Estados Unidos luego de ganar por estrecho margen en muchos estados competitiv­os sobre la demócrata Hillary Clinton.

Trump ganó estados tradiciona­lmente republican­os y logró entrar en territorio demócrata, imponiéndo­se en estados como Wisconsin, Pennsylvan­ia, Iowa, Florida y Ohio en los que el presidente Barack Obama triunfó dos veces, pero que permanecie­ron fuera del alcance de Clinton. Pocos, incluyendo los expertos, esperaban el triunfo del respublica­no, cuya campaña habló más de una vez de un voto “escondido” que nadie esperaba y que saldría el día de los comicios.

A juzgar por los resultados, así fue. A pesar de una oleada de voto latino que se opuso a su candidatur­a, Trump loJUy VDFDU D VX EDVH PiV ÀHO \ que lo apoyó por importante­s márgenes: los blancos sin educación universita­ria.

Cerca de las 3 am del 9 de noviembre, Donald Trump VH SUHVHQWy HQ VX ÀHVWD GH OD victoria en el Hotel Hilton de Nueva York, y anunció que Hillary Clinton lo llamó para conceder la derrota y felicitarl­o. Trump ofreció una hoja de olivo y tras ganar usando retórica incendiari­a, pronunció palabras de reconcilia­cion.

“Ella luchó muy duro, ha trabajado por largo tiempo y tenemos con ella una deuda de gratitud por su servicio a nuestro SDtVµ GLMR7UXPS UHÀULpQGRV­H a Clinton. “Ahora debemos sanar las heridas de la división y unirnos, debemos unirnos, republican­os, demócratas, independie­ntes, en toda la nación como una misma gente”.

Poco antes, el jefe de campaña de Clinton John Podesta había ducho a los reunidos en Nueva York en la aplastada ÀHVWD GH YLFWRULD GH &OLQWRQ que “cada voto cuenta y aún estamos contando”

“Váyanse a dormir, y tendremos más que decir mañana”, dijo Podesta, cuyos emails hackeados fueron la comidilla de las últimas semanas de campaña. “Gracias a los que la apoyaron, hicieron un gran trabajo, ella aún no termina con su trabajo”.

No obstante, Clinton poco después llamaría a Trump para felicitarl­o por su victoria, que lo dejó con 288 votos del colegio electoral frente a 215 para ella y una distancia de unos 700,000 en el voto popular, que aún no se terminaba de contabiliz­ar.

En tanto avanzaba la noche y se consolidab­a la victoria del magnate, los mercados se ajustaron y la rueda de negocios de los valores futuros bajó más de 750 puntos. Al mismo tiempo, el peso mexicano se hundió en su valor para llegar a los 20 pesos por dólar.

Cita republican­a

Luego, Donald Trump mantuvo reuniones privadas con su asesores más cercanos, llamó a su familia, a sus seguidores y conversó con su compañero de fórmula, Mike Pence, el gobernador republican­o de Indiana que se convertirá en el nuevo vicepresid­ente y en la persona encargada de asumir el mando del país si el presidente dimite o muere.

La transferen­cia de poderes entre el Gobierno de Barack Obama y el de Trump comenzará ya mismo, pues el millonario empezó a recibir los mismos resúmenes con informació­n militar y de inteligenc­ia que el presidente actual, según informaron fuentes del Departamen­to de Defensa.

Hasta que asuma el poder el 20 de enero, Trump se reunirá con altos funcionari­os del Gobierno actual en Nueva York y también en XQD JUDQ RÀFLQD HQ :DVKLQgton, abierta de manera provisiona­l.

En su rascacielo­s de Manhattan, custodiado por policías y agentes del servicio secreto, Trump recibió al presidente del Comité Nacional Republican­o (RNC), Reince Priebus, quien aplaudió

una “victoria histórica” al nivel del expresiden­te Ronald Regan.

Durante la campaña presidenci­al, Trump se ha reivindica­do como el heredero de Ronald Reagan, quien gobernó EEUU entre 1981 y 1989 y está considerad­o como el autor de una “revolución conservado­ra” por devolver la Casa Blanca a los republican­os y teñir el mapa político del país de rojo (el color de los conservado­res).

Con el país en manos de los conservado­res, imporWDQWH­V ÀJXUDV FRPR HO SUHsidente

de la Cámara de Representa­ntes, el republican­o Paul Ryan, tuvieron que dar su brazo a torcer y reconocer el mérito de Trump, a quien Ryan desdeñó y aparto de su lado por sus comentario­s ofensivos contra las mujeres, entre otras polémicas.

“Donald Trump oyó una voz en este país que nadie más había escuchado”, reconoció Ryan en una rueda de prensa en el estado de Wisconsin, que él representa en la Cámara Baja.

El resto de Estados Unidos y del mundo se sumió en la incertidum­bre y se preguntó qué tipo de presidente será Trump, líder de una campaña presidenci­al que supo entender la rabia contra las elites, pero que no ha detallado cómo desarrolla­rá algunas de sus propuestas estrellas sobre inmigració­n o libre comercio.

Lo que viene

En esos detalles más concretos, jugarán un papel esencial los nuevos miembros del Gobierno de Trump, cuyos nombres podrían conocerse en los próximos días o semanas.

Entre los posibles candidatos de su gabinete se encuentran miembros de su círculo más cercano como el senador por Alabama, Jeff Sessions; el expresiden­te de la Cámara de Representa­ntes Newt Gingrich; el exalcalde de Nueva York Rudolph Giuliani y el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, según el diario The New York Times.

En su discurso para celebrar la victoria, Trump dejó atrás su retórica incendiari­a, llamó a la unidad y pidió “cerrar las heridas de la división” tras una dura campaña electoral.

Según coinciden varios expertos, las elecciones han sido una debate sobre la identidad de Estados Unidos como nación.O

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