Un panorama totalmente azul
Cuarenta y un millones de dólares son, sin duda, una gran cantidad de dinero por los servicios profesionales de una sola persona.
Pero si esa suma sirve para asegurar por siete temporadas a uno de los jugadores de beisbol más valiosos de las Grandes Ligas, un héroe de la Serie Mundial, un hombre con guante de oro que es uno de los líderes de un equipo que tardó 108 años en ganar el campeonato, entonces esos $41 millones son en realidad una “ganga”.
El contrato firmado en 2013 por Anthony Rizzo ilustra la clase de acertadas decisiones que a la larga ayudaron a convertir a los Cubs de Chicago en un equipo de campeonato.
Los Cubs construyeron su núcleo al desarrollar talentos extraordinarios como Kris Bryant –candidato a Más Valioso un año después de haber sido el Novato del Año–, reciclar a veteranos que ameritaban paciencia como Jake Arrieta –ganador de dos juegos del Clásico de Octubre contra Cleveland– y reforzarse con peloteros probados cuyo costo era alto pero cuya presencia marcaría la diferencia entre ganar el título o no, y no puede haber mejor ejemplo de ello que Ben Zobrist (4 años y $56 millones), el MVP de la Serie Mundial.
Chicago celebró la ansiada corona como ningún otro equipo y la sonrisa de satisfacción permanecerá durante todo el receso de temporada y más allá. Pero en el siguiente año vendrá una etapa que los seguidores de los Cubs no tenían idea que existía: la de querer ganar más campeonatos; el apetito creciente de mantenerse en la cima.
La buena noticia es que todo está a su favor. La base de jóvenes estrellas seguirá en Wrigley Field por muchos años; el equipo tendrá control de sus derechos al menos por otro año antes de que ellos incurran en el arbitraje salarial, y para entonces los megacontratos empezarán a ser noticia.
La entereza demostrada por los Cubs durante octubre hace pensar que este equipo está mentalizado para seguir dominando. El talento estará aquí, el liderazgo desde la RÀFLQD FRQ 7KHR (VSWHLQ \ OD caseta con Joe Maddon, se siente, y ahora que han probado la gloria, seguro que no querrán dejarla.
OOOpuestos, pero el equipo declinó una opción por Jason Hammel, ganador de 15 juegos en 2016, así que habrá que buscar un quinto abridor.
2. La confianza del infield. El cuadro compuesto por Rizzo (1B), Javier Báez (2B), Addison Russell (SS) y Bryant (3B) no solo es inmensamente talentoso, sino que tiene una confianza propia insuperable que es un valor agregado. Y el joven catcher Willson Contreras encaja en el mismo molde.
3. ¿Nuevo capitán del jardín? Dexter Fowler regresó con los Cubs antes de la temporada pasada luego que se daba por un hecho que firmaba con Baltimore. El veloz patrullero central ha dicho que se convertirá en agente libre, y posiblemente esta vez sea distinto. Jason Heyward podría tener que moverse al central. 4. El taponero del equipo. La principal duda mirando a 2017 es quién será el encargado de cerrar los juegos. Aroldis Chapman será agente libre y al cubano nunca le faltan los pretendientes.O
Los Cubs, que ahora saben a qué sabe la gloria, tienen razones para creer que el título de 2016 es solo el principio de una era soñada