La Raza Chicago

Preocupa que Trump no respete la privacidad de datos de inmigrante­s

- Pilar Marrero Pilar.marrero@impremedia.com

Los datos personales que millones de inmigrante­s han proporcion­ado a agencias del gobierno federal bajo promesa de que estos no sería utilizados en su contra, podrían muy pronto estar en manos de agencias que buscan deportarlo­s o del presidente Donald Trump para su uso político y propagandí­stico, dijeron activistas y expertos en leyes de privacidad.

Una pequeña cláusula contenida en la orden ejecutiva sobre “seguridad pública en el interior de Estados Unidos”, que lidia con prioridade­s de deportació­n y otras medidas para castigar a ciuGDGHV VDQWXDULR H LQWHQVLÀFD­U deportacio­nes, ha generado preocupaci­ón y temor entre los analistas.

La cláusula, sección 14 de esa orden, dice que las agencias federales no podrán incluir a personas no ciudadanas o que no sean residentes legales en las políticas de privacidad que aplican para los ciudadanos.

Este es el texto, traducido al español:

No hay mucha claridad de parte del gobierno sobre la razón por la cual esta sección se añadió a la orden ejecutiva sobre inmigració­n o por qué sería necesaria. El Departamen­to de Seguridad Nacional contestó a solicitude­s de informació­n para aclarar la necesidad de esta cláusula, pero algunos expertos explicaron las posibles aplicacion­es que explicaría­n su inclusión en la orden ejecutiva.

Graves implicacio­nes

Greg Nojeim, abogado del Centro para la Democracia y la Tecnología, dijo que esa parte de la orden ejecutiva era “algo un poco misterioso”.

“No ha habido hasta ahora una explicació­n sobre por qué sería necesario hacer este ataque a la privacidad de los datos de personas que no son residentes o ciudadanas, ¿Cuál sería el propósito?”, dijo Nojeim.

Explicó que la ley de privacidad que data desde 1974 y dice que ninguna agencia del gobierno puede diseminar la informació­n personal sobre individuos, a menos que el gobierno obtenga el consentimi­ento escrito de esa persona. También regula la forma en que una persona puede pedir y buscar cambios en un récord público a manos de una agencia del gobierno.

3HUR HVD OH\ QXQFD EHQHÀció o se aplicó a personas no ciudadanas o no residentes legales, hasta que los gobiernos de George Bush en 2007 y el de Obama en 2013 ampliaron esas proteccion­es a las bases de datos de agencias que contienen datos de ciudadanos y no ciudadanos en el mismo lugar. Una de esas agencias era DHS (Departamen­to de Seguridad Nacional, que incluye a ICE)

“El retirar este derecho ahora podría tener graves implicacio­nes”, dijo Nojeim.

Una de estas, es el más fácil acceso a la informació­n entregada a USCIS por parte de los jóvenes que pidieron la Acción Diferida o DACA. Si bien es cierto que legalmente las autoridade­s migratoria­s de ICE pueden pedir esa informació­n legalmente a la agencia hermana USCIS, la realidad es que para hacerlo tienen que cumplir con algunos pasos administra­tivos, retrasando el proceso.

Una vez que se emite esta “sección 14”, ya no tienen que hacer nada más que tomar los datos sin tanto trámite, agregó el experto.

Otros expertos sugirieron que es posible que el gobierno de Donald Trump quiera usar los datos en archivo de personas detenidas por DHS para hacer algún tipo de propaganda, por ejemplo a su medida de publicar los delitos o presuntos cometidos por inmigrante­s arrestados en operativos de DHS o ICE en las llamadas “ciudades santuario” y así probar que estas están protegiend­o a delincuent­es.

En 2007, una orden del gobierno de Bush extendió el Acta de Privacidad a los no ciudadanos cuyos datos están en manos de DHS, pero esta medida de Trump daría al traste con esta decisión.

En todo caso, es difícil establecer cual fue la intención del gobierno. ¿Podría esto afectar los datos que un indocument­ado entrega al IRS o al Seguro Social, por ejemplo?

Esto preocupa a Luis Pérez, abogado de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrante­s (CHIRLA).

“Las agencias federales siempre han garantizad­o que los datos entregados por los inmigrante­s se usan SDUD SURSyVLWRV HVSHFtÀFRV­µ dijo Pérez.

“Por ejemplo, un inmigrante presenta impuestos usando un ITIN. Si empieza a haber dudas de la privacidad de esos datos personales, estás invitando al inmigrante a no reportar sus impuestos y a no cooperar con el gobierno de otras maneras”, añadió.O

Una pequeña cláusula en la orden ejecutiva sobre inmigració­n sugiere que el nuevo gobierno tiene planes para la informació­n personal que muchos inmigrante­s han dado al gobierno federal

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