LOS INMIGRANTES NO SON UNA AMENAZA
Para la administración Trump hay una crisis de seguridad pública en donde los indocumentados son la principal amenaza. Ninguna de esas situaciones es cierta. Por eso hubo que inventar una narrativa para adaptar una inneceVDULD ÀORVRItD GH OH\ \ RUGHQ TXH MXVWLÀTXH XQD SROtWLFD GH deportaciones masivas.
Precisamente eso es lo que está haciendo el secretario de -XVWLFLD -HII 6HVVLRQV
6X YLVLWD GH OD VHPDQD SD- VDGD D OD IURQWHUD VLUYLy SDUD ampliar la lista de requisitos para considerar cuándo un indocumentado es un delincuente peligroso como para ser una prioridad de deportación.
2 VHD IDEULFDUORV FDPELDQGR GHÀQLFLRQHV SDUD OXHJR GHnunciarlos como una prueba del peligro que representan.
Desde un primer momento, la orden ejecutiva del presidente Donald Trump sobre inmigración incluyó en la lista de prioridades de deportación D ORV FRQYLFWRV GH FUtPHQHV serios junto a los sospechosos de haber cometido algún delito (aunque nada se haya probado) y hasta a aquellos TXH XQ RÀFLDO GH LQPLJUDFLyQ considere, de modo subjetivo, potencialmente peligrosos.
/R TXH HUDQ LQIUDFFLRQHV SDsaron a ser delitos serios, como HO UHLQJUHVR LOHJDO DO SDtV 6HVsions recomendó que se acuse de robo de identidad agravado a quien use un documento IDOVR R DMHQR SDUD WUDEDMDU
El propósito es mandarlos por años a prisión, lo que no ayuda mucho si la meta es deportarlos rápidamente. La &DVD %ODQFD HVWi FULPLQDOLzando a los inmigrantes con el argumento de que los indocumentados son más peligrosos que el resto de la población, lo cual no está probado.
Por el contrario, se sabe que en relación al tamaño de sus respectivas comunidades, son menos los inmigrantes presos que los nativos.
Los datos sobre indocuPHQWDGRV VRQ GLItFLOHV GH HQcontrar, pero según el AmeULFDQ &RPPXQLW\ 6XUYH\ GH OD 2ÀFLQD GHO &HQVR GH los porcentajes de presos enWUH \ DxRV GH HGDG VLQ educación secundaria de Mé[LFR *XDWHPDOD \ (O 6DOYDGRU son menores que sus similares QDWLYRV 6H HVWLPD TXH HVWRV extranjeros son los que tienen más probabilidades de ser indocumentados.
En cuanto a la delincuencia también se maneja una SHUVSHFWLYD IDOVD (Q IHEUHUR 6HVVLRQV GLMR DQWH SURFXUDGRres estatales que el porcentaMH GH FUtPHQHV HVWi FHUFD GH una baja histórica.
De todas maneras, el discurso de que los indocumentados son culpables de en una ola de criminalidad es una PDQLREUD SROtWLFD FRQ WLQWHV [HQyIRERV \ UDFLVWDV
Pero dos mentiras no hacen una verdad.O