La final más difícil
Para enumerar las razones por las que las Chivas del Guadalajara encaraban con todo HQ VX FRQWUD OD JUDQ ÀQDO GHO futbol mexicano, cuyo partido de vuelta es este domingo en su propio estadio, no sobran dedos de una mano.
El Rebaño tapatío, segundo más ganador de la historia con sus 11 coronas (una menos que su odiado rival, el América), difícilmente tuvo en su ilustre historia un mayor desafío en el juego por el título de liga.
Los Tigres sencillamente llegaron en mejor forma física y futbolística: contando desde el partido que los felinos de Monterrey ganaron 3-0 al Guadalajara el 11 de abril en San Nicolás de los Garza, donde estaba programado el partido de ida la noche del jue- ves, los de Nuevo León acumulaban ocho juegos ganados de nueve disputados con un tremendo balance de 25 goles anotados y sólo 3 recibidos, incluyendo holgados triunfos sobre Rayados y Xolos de Tijuana en la Liguilla.
Las Chivas, desde aquella última cita en el “Volcán”, apenas conocieron el triunfo una vez y sacudieron las redes cinco veces.
La inercia para llegar a la ÀQDO QR SRGtD KDEHU VLGR PiV contrastante: uno lo hizo con impulso de locomotora; el otro lo logró sin haber ganado sus series de Liguilla contra Atlas o Toluca, pasando solamente porque el reglamento así lo estipula, por mejor posición en la tabla del torneo regular.
Pero hay más. Los Tigres obviamente son los campeones defensores: milagrosamente le sacaron de la bolsa el título al América el pasado diciembre.
Un año antes se habían coronado en penaltis contra Pumas, siempre con Ricardo Ferretti como su entrenador y prácticamente con el mismo plantel actual, uno que llegada la hora de apretar en el Clausura 2017 para meWHUVH D OD IDVH ÀQDO OR VXSR hacer, y una vez adentro, demostró superioridad, por momentos con buen futbol gracias a la clase de gente como André-Pierre Gignac, Lucas Zelarayán, Javier Aquino y Eduardo Vargas; por momenWRV FRQ RÀFLR HO VHOOR GH ORV equipos de “El Tuca”, y siempre con triunfos.
Encima de todo, para las Chivas de Matías Almeyda, quien ha logrado refrescar a un club que parecía perder protagonismo antes de su llegada, está el hándicap de las lesiones. Al menos el atacante Ángel Zaldívar estaba descartado, mientras que sus dos defensas más férreos y experimentados, Jair Pereira y Carlos Salcido, llegaron a la semana de la final con lesiones y en seria duda de poder jugar a su mejor nivel.
Estas Chivas de Almeyda deben tener un futuro brillante, pero hoy en día no han GHVDUUROODGR OR VXÀFLHQWH 6X futbol no se acerca ni a los talones del histórico Rebaño de Alberto Guerra de 1986-87; no es un club arrasador como el de Ferretti que goleó a ToURV 1H]D HQ OD ÀQDO GHO 9HUDno 1997, ni tampoco cuenta con los consumados referentes a la Oswaldo Sánchez o Adolfo Bautista del Apertura 2006, la última vez que fueron campeones de México.
/D ÀQDO HV HQ VX HVWDGLR pero hoy más que nunca las Chivas tienen todo en contra, por supuesto no son favoritos y se puede decir que si ganan será una de las grandes sorSUHVDV HQ ÀQDOHV GHO IXWERO azteca.O
Chivas quiere empatar los 12 títulos del América, pero tiene casi todo en contra al enfrentarse a los campeones Tigres