LA LUCHA CONTRA EL TERRORISMO
Los recientes incidentes terroristas en Gran Bretaña son un recuerdo de la vulnerabilidad de las sociedades libres, del fanatismo de los atacantes y de la simpleza de las armas que se usaron en estos actos.
En dos de los tres ataques realizados en los últimos cuatro meses en el Reino Unido se usaron como armas cuchillos y vehículos, mientras que la gran mayoría de los terroristas habían nacido en la isla o crecido en ella.
Esto hace que el combate al extremismo islámico sea complicado. Exige a los gobiernos mantener vigilancia y seguridad, respetando los derechos individuales. Demanda a la población estar atenta sin estar alarmada y mantener la rutina para no dar la victoria a los que desean imponer el miedo.
Ese es el mensaje que dan las autoridades británicas. Lamentablemente de este lado del océano la visión es distinta y la reacción del presidente Donald Trump fue también ofensiva.
No era el momento para que Trump reviva antagonismos con el alcalde de Londres, Sadiq Khan. Menos criticarlo repitiendo una cita incorrecta.
Como es usual en estos casos con nuestro presidente, no se sabe si eso surge de la ignorancia, la maldad o una combinación de ambos.
Tampoco era oportunidad para promover su orden de prohibir el viaje a EEUU a la gente de Irán, Libia, Siria, Sudán, Somalia y Yemen, cuyo caso está ante la Suprema Corte de Justicia.
Los tribunales menores la GHVFDOLÀFDURQ SRU FRQVLGHrarla una prohibición antimusulmana, una violación al derecho de religión. Trump en su berrinche tuitero dañó su propio caso ante el Alto Tribunal, según analistas legales.
Lo absurdo de su orden es asumir que el peligro terrorista a EEUU llegará en un avión con un nativo muhay sulmán desde uno de esos países. El caso más sonado de este tipo fue el 9/11, pero Arabia Saudita, de donde provinieron estos terroristas, no está en la lista. Por el contrario, fue la primera nación que visitó Trump.
El terrorismo en nuestro país fue cometido por ciudadanos y residentes estadounidenses que se radicalizaron, en parte por experiencias propias, por distorsiones y fanatismos y por proselitismo en las redes sociales.
El terrorismo es un fenómeno global. Hay una ideología que se difunde y captura simpatizantes por diversos motivos. Al mismo tiempo una vulnerabilidad innata ante la amenaza del que no teme inmolarse.
El incidente en Londres muestra que para enfrentar este peligro se requiere habilidad, paciencia y no ceder ante el temor. Esto contrasta con la estrategia de la Casa Blanca de aterrorizar a todos con una amenaza desde el extranjero para exaltarse como un salvador.
Trump con su reacción mostró una desubicación abismal. A la hora de la sensibilidad hacia el dolor, eligió una riña y mostó insensibilidad ante la tragedia del mayor aliado de Estados Unidos. Así no se vence al terrorismo.
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