EL TPS ES JUSTO Y NECESARIO
ELal Estatus de Protección Temporal (TPS) que permite la estadía legal de cientos de miles de personas corre peligro. Este es uno de los temas a los que hay que garantizar una estabilidad para que las naciones centroamericanas pueGDQ VXSHUDU VXV GLÀFXOWDGHV
Es preocupante el mensaje dado por el Departamento de Seguridad Interna al renovar recientemente la estadía a más de 58,000 haitianos por seis meses. Las autoridades les aconsejaron que durante ese período vayan preparando sus asuntos para regresar a Haití.
Esto parece un episodio más de la política de inmigración de la administración Trump basada en deportaciones a todo costo.
Es imposible creer el argumento estadounidense de que la situación en la isla “ha mejorado sustancialmente”, o que la “economía continúa recuperándose y creciendo”.
Tampoco puede decirse que una importante reducción de gente en los campamentos de refugiados sea un signo de que uno de los países más pobres del mundo esté preparado para recibir a decenas de miles de personas que no tendrán empleo ni dónde vivir. Si algo se necesita en Puerto Príncipe son las remesas.
Hay 10 países cuyos nacionales gozan del TPS, entre ellos están El Salvador, Honduras, Nicaragua, Siria, Sudán y Yemen, además de Haití. Esta categoría se otorga a los países que pasan un FRQÁLFWR FLYLO R XQ GHVDVWUH natural y, si bien es temporal, se renueva cada 18 meses.
Este jueves y viernes se realiza en Miami la Conferencia de Prosperidad y Seguridad en la participarán los presidentes de El Salvador, Guatemala y Honduras y el vicepresidente de Estados Unidos entre altos funcionarios y empresarios de Norte y Centroamérica. La reunión fue organizada por EEUU y México para hallar una manera de detener la emigración centroamericana que huye hacia el norte escapando de la violencia y pobreza.
Creemos que es el sitio para que EEUU se comprometa a que renovará, tal como lo ido haciendo, cuando llegue el momento el TPS para las naciones centroamericanas.
Esta es una manera concreta de dar una tranquilidad a estos países y despejar la sombra de una amenaza desestabilizadora como lo sería el regreso súbito de 190,000 salvadoreños, cerca de 57,000 hondureños y unos 6,000 nicaragüenses. Los guatemaltecos no están protegidos por el TPS pero es necesario darle a su gobierno la tranquilidad de que no habrá deportación masiva.
Lo ideal sería dar un camino hacia la residencia a las personas que por décadas llevan una vida honesta y trabajadora en Estados Unidos.
Como esto no ocurrirá en un futuro cercano, garantizar la continuación del TPS es un paso concreto que ayudará a lograr la meta de todos: una región con crecimiento económico en un ambiente de seguridad en donde no sea vea la necesidad de emigrar.O