Retos de los programas de lenguaje dual
Después de la auditoría las escuelas debieron desarrollar planes de acción correctivos y el distrito ofreció entrenamiento a los maestros bilingües y coordinadores de programas (a pesar de que el entrenamiento no era obligatorio). El distrito también desplegó una docena de especialistas en educación bilingüe en las escuelas, para ayudar a mejorar la enseñanza y que los programas cumplieran con la ley estatal.
Desde entonces funcionarios del distrito dicen que el cumplimiento ha mejorado. “En general, a través del distrito estoy satisfecho con el progreso alcanzando”, indica Jorge Macías, exdirector de una escuela de CPS y quien HVWi D FDUJR GH OD 2ÀFLQD GH Idiomas y Cultura Educacional desde hace poco más de un año.
Pero CPS dio a sus escuelas hasta el 2020 para cumplir plenamente con la ley y no tiene planes de retener fondos estatales o federales destinados a la educación bilingüe mientras los planteles demuestren mejoras.
Mientras tanto, la vigilancia estatal sigue siendo incompleta. Múltiples vacantes quedaron vacías este año en la Junta de Educación del Estado de Illinois, quedando solamente cuatro personas para monitorear decenas de distritos y $80 millones en fondos estatales y federales para los aprendices de inglés. El estado realizó menos de la mitad de las visitas GH YHULÀFDFLyQ D ORV GLVWULWRV de los que se supone debía haber realizado este año.
Por lo menos tres grupos de apoyo escribieron recientemente a los funcionarios de la junta estatal, expresando preocupación sobre la situación. Sonia Soltero, experta en educación bilingüe y profesora asociada en la Universidad DePaul, se reunió en múltiples ocasiones con un alto funcionario estatal. Ella teme que la disminución de la vigilancia envíe el mensaje de que los aprendices de inglés no son importantes.
“¿[Los distritos] saben bien que pueden incumplir cosas porque quién los va a vigilar? Nadie”, añade. “Es muy triste porque la gente era más responsable y tomaba [al estado] más en serio en los últimos años. Y ahora es como retroceder 30 años, cuando a nadie le importaba”.
Del Valle, excandidato a alcalde quien ha estado involucrado en políticas educativas por las últimas tres décadas, dice que es alarmante que naGLH HVWp ´JULWDQGR DO LQÀHUQRµ sobre las condiciones de los aprendices de inglés. Considera que ha existido menos organización sistemática sobre el tema, al tiempo que grupos pro latinos abrieron escuelas chárter o sufrieron recortes presupuestales.
“Yo no creo que CPS sienta ninguna presión real para fortalecer de una manera sigQLÀFDWLYD HO WLSR GH SURJUDmación que beneficie a los aprendices del idioma inglés”, dice Del Valle. “Lo que se necesita es un esfuerzo tipo coalición que reúna a un montón de grupos y entonces llevar ese mensaje al [superintendente] Forrest Claypool o a la [Junta de Educación del Estado de Illinois] sobre las expectativas y que vamos a ser persistentes”.
Cambiar la ecuación para los alumnos de inglés podría requerir una transformación de la actual estrategia que provee a los estudiantes con apoyo en su idioma natal solamente para ayudarlos a aprender inglés. Muchos expertos y padres de aprendices de inglés favorecen los programas de lenguaje dual, que enseña a los estudiantes a leer, escribir y hablar dos idiomas con dominio de ambos.
La Jefa de Educación Janice Jackson respalda el modelo y ha alabado a otras ciudades, como Nueva York, que lo han DPSOLDGR VLJQLÀFDWLYDPHQWH Pero Chicago ha sido lento en seguir ese camino. Para el otoño de 2018, CPS habrá añadido una docena de programas durante los dos años anteriores, para un total de 27. Todos son programas español-inglés. La ciudad de Nueva York, en contraste, ha añadido 64 programas en varios idiomas en los últimos dos años.
Muchos padres de aprendices de inglés en Chicago dicen que sus hijos merecen mejor acceso a programas de idioma dual, dado el valor en el mercado laboral global de tener ÁXLGH] HQ P~OWLSOHV LGLRPDV
“Necesitamos que la instrucción se brinde en cualquier escuela”, considera Maricela Villarreal-Salazar, exjefa del Consejo de Padres Multilingües de Chicago. Ella maneja 90 minutos todos los días para llevar a sus dos hijos a la escuela Inter-American Magnet, el primer plantel de CPS en ofrecer lenguaje dual a partir de los años 70. Le tomó cuatro años meter a sus hijos a través de la lotería de admisiones de la escuela.
“Yo vivo en la comunidad de Belmont Cragin, que es una de las comunidades más crecientes en cuanto al español”, observa. “Debería tener muchísimas más escuelas que tengan instrucción adecuada”.
CPS solamente permite que las escuelas que ya cuentan con instrucción bilingüe de alta calidad ofrezcan enseñanza dual de idiomas, además los planteles deben tener el personal adecuado (o muy cercano) así como respaldo de los padres. Solamente nueve escuelas hicieron la solicitud este año. Macías dice que muchos planteles decidieron no aplicar porque saben que todavía no están listos; el proceso de selección es riguroso e involucra visitas a la escuela y observaciones en el salón.
Macías espera que más escuelas hagan la solicitud cuando hayan mejorado sus programas. “No quiero que la gente solamente ponga un nombre en la puerta; quiero asegurar que los padres están recibiendo lo que les han ofrecido”.
Además, otros dos retos también necesitan ser superados: la falta permanente de maestros bilingües y la ausencia crónica de fondos estatales para programas bilingües.
En Illinois menos candidatos latinos para enseñar, muchos de ellos encaminados a convertirse en maestros bilingües, pasan el examen de habilidades básicas necesarias para obtener una licencia de maestro. Actualmente los profesores sin credenciales bilingües tienen que pagar cursos adicionales, aunque el distrito ayuda con la mitad. Algunos docentes no ven atractiva la posición porque el trabajo puede ser más difícil sin pago o apoyo adicionales.
“Hasta cierto grado lo que las escuelas ofrecen en su programa bilingüe está limitado a quién pueden contratar y quién está disponible para trabajar”, reconoce Paula Stewart, coordinadora por muchos años de educación bilingüe en la Academia Comunitaria Benito Juárez en Pilsen, que fue amonestada el año pasado por tener muy pocos educadores bilingües. Este año, 15 maestros de la secundaria Juárez se ofrecieron para tomar los cursos necesarios y obtener las credenciales apropiadas.
La experta en educación bilingüe Patricia Gándara, de la Universidad de California en Los Ángeles, dice que los legisladores estatales necesitan aprobar una ley que ofrezca incentivos para convertirse en maestro bilingüe, como becas gratuitas, ayuda con gastos y salones con menos alumnos. Sin esos incentivos los programas de lenguaje dual seguirán creciendo lentamente.
“Hay muchas maneras de
pensar sobre cómo podríamos hacer que la posición sea más atractiva para las personas que claramente tienen habilidaGHV PX\ HVSHFtÀFDVµ DxDGH
/D FULVLV ÀVFDO GHO HVWDGR KD causado “severos retos por ausencia de recursos y personal” entre las escuelas públicas de todo Illinois, pero “el dolor es particularmente agudo para los programas bilingües”, escribió en un correo electrónico la vocera de la Junta de Educación del Estado, Jackie Matthews.
Los legisladores estatales han destinado pocos fondos a la educación bilingüe por más de una década. Durante los últimos años los recursos se han mantenido iguales, pero el número de aprendices de inglés sigue creciendo, por lo cual los distritos obtienen menos recursos por estudiante. Este año el estado reembolsó a las escuelas menos de 60 centavos por cada dólar que gastaron en educación bilingüe, cantidad que fue descrita por un activista como ´KRUULEOHµ (OOR KD VLJQLÀFDdo menos maestros, ausencia de materiales de lectura y menos opciones de cursos de verano a nivel estatal para unos 253,000 aprendices de LQJOpV TXH VLJQLÀFDQ HO de todos los alumnos en escuelas públicas.
Luego de que grupos como el Latino Policy Forum pusieron presión en la comisión para reformar el presupuesto del estado, el gobernador Bruce Rauner y la Junta de Educación del Estado recomendaron un incremento del
D ORV IRQGRV SDUD HGXFDción bilingüe el año entrante, una adición de $38.4 millones.
“Ciertamente estamos en el camino correcto, pero todavía creo que hay mucho más por hacer”, señala la vicegobernadora Evelyn Sanguinetti, quien de niña fue aprendiz de inglés y recientemente escribió una apasionada carta pidiendo más recursos para la educación bilingüe. “Creo que todo se reduce a tener un presupuesto balanceado… [para que los aprendices de inglés] puedan empezar a obtener más de la vida”.O