UNA INQUIETANTE DECISIÓN JUDICIAL
La Corte Suprema le dio una victoria parcial al presidente Donald Trump. El Alto Tribunal levantó parte del freno impuesto por cortes menores a la orden presidencial de limitar temporalmente el ingreso de personas provenientes de seis países de mayoría musulmana designados como terroristas y de suspender, también por un tiempo, el Programa de Admisión de Refugiados.
Eso es importante para Trump en este momento político. Le da oxígeno a un presidente asediado por la investigación sobre Rusia, con diÀFXOWDGHV HQ HO &RQJUHVR SDUD avanzar su agenda y vapuleado por sus numerosos errores.
Pero, en realidad, la acción de los jueces es mucha más limitada que la impresión que se quiere dar.
Primero, no es una decisión sobre la validez de la orden presidencial. Solo permite su parcial puesta en vigor, mientras el caso avanza. Esto recién comienza en el Alto Tribunal y lo decidido ahora no implica nada sobre su fallo ÀQDO HQ RFWXEUH
Segundo, los jueces dijeron que la prohibición impuesta por los tribunales menores fue demasiado amplia. Por eso, el veto a la entrada al país por ahora se aplica exclusivamente a aquellas personas de los seis países que no tengan conexión real en Estados Unidos. Lo mismo para los refugiados.
O sea que es un triunfo para las personas involucradas en los dos casos judiciales esSHFtÀFRV TXH GHVHQFDGHQDURQ el proceso en los tribunales. Ellas no se verán perjudicadas.
La Corte Suprema escuchará el caso a partir de octubre para determinar si la orden presidencial tiene una intención discriminatoria y si el presidente se excedió en el uso de su poder constitucional.
Habrá también una tercelos ra pregunta del Alto Tribunal: ¿Vale la pena este caso?
La orden presidencial prohíbe por 90 días el ingreso de las personas provenientes de Irán, Libia, Siria, Somalia y Sudán, y suspende por 120 días el programa para refuJLDGRV FRQ HO ÀQ GH ´H[DPLnar e investigar” el proceso de permisos para ingresar al país. Ese período pasó hace tiempo y esas revisiones ya podían haber sido realizadas.
Todavía hay muchas dudas por resolver.
Lo que está claro es que el nuevo juez Neil Gorsuch se ubica en el extremo ideológico conservador. Gorsuch, y jueces Clarence Thomas y Samuel Alito, querían una prohibición absoluta, sin importar sus lazos con el país.
Es inquietante, con este antecedente, la posibilidad de que Trump nomine a otro magistrado tan conservador como Gorsuch ante los rumores de que el juez Anthony Kennedy considera el retiro.
La acción del Alto Tribunal, con todos sus límites, revive la orden presidencial. Esta es una victoria en uno de las áreas más controversiales de su gobierno, pero nop debe mover a engaño. Nuestro país, por eso, hoy no está más seguro de lo que estaba ayer.O