La Raza Chicago

“Vamos a la escuela a estudiar, no a vivir con miedo de que nos maten”

- María Peña WASHINGTON

Miles de estudiante­s marchan en EEUU para exigir control de armas a un Congreso “sordo”

Exactament­e a un mes de una matanza en una secundaria en Parkland (Florida), decenas de miles de estudiante­s realizaron una protesta nacional de ausentismo escolar para exigir un mayor control a las armas, ante un Congreso que, según activistas, permanece “sordo” ante la tragedia de masacres escolares.

Al igual que movimiento­s estudianti­les de décadas pasadas, que enarbolaro­n las causas de los derechos civiles en los años de 1960, o la oposición a la guerra en Vietnam, en la década de 1970, el de ahora reclama con urgencia un cese a la violencia de las armas, que en promedio se cobra a diario la vida de 91 personas en EEUU.

Vivir sin miedo y libre de matanzas escolares fue, en resumen, el mensaje que los manifestan­tes trasladaro­n a la clase política de costa a costa, al abandonar las aulas para participar en más de 2,800 actos de protesta que, según los organizado­res, atraerían a unos 185,000 estudiante­s, padres, y maestros.

En la capital estadounid­ense, y en centenares de ciudades del país, los estudiante­s guardaron 17 minutos de silencio frente a la Casa Blanca, uno por cada una de las víctimas de la matanza en la escuela Marjory Stoneman Douglas High en Parkland (Florida) el pasado 14 de febrero.

Miles de estudiante­s, de escuelas y universida­des de Washington, Maryland y Virginia, se sentaron frente a la Casa Blanca con numerosos carteles alusivos a su demanda principal de restringir el acceso a las armas, y silenciarl­as en las escuelas.

“Yo vine porque ya es suÀFLHQWH GH HVWDU \HQGR WRGRV los días a la escuela con temor y no saber si vamos a regresar a casa. Estamos aquí para seguir peleando, no podemos callarnos”, dijo la salvadoreñ­a Cindy Márquez, una estudiante de 16 años de una secias cundaria en Maryland.

Otra estudiante, que pidió el anonimato por temor a represalia­s, dijo que es “absurdo” armar a los maestros – como proponen la Casa Blanca y la NRA– porque, a su juicio, “eso va a empeorar las cosas”.

Escenas como la de Washington se multiplica­ron en más de 2,800 actos de protesta organizado­s en ciudades como Chicago, Los Ángeles, Nueva York, Tucson (Arizona), Hoboken (Nueva Jersey) y Parkland (Florida).

Buena parte de las denun- también iban contra lídeUHV UHSXEOLFDQ­RV TXH ÀQDQciados en parte por la NRA, no han hecho lo suficiente para combatir el fácil acceso de las armas, según los organizado­res.

Pero el Partido Republican­o acudió a Twitter para defender las “medidas inmediatas” que está tomando el presidente Donald Trump para proteger las escuelas, incluyendo una comisión para estudiar el fenómeno de la violencia de las armas, y programas de prevención.

Múltiples carteles, un solo mensaje

En Washington, los manifestan­tes marcharon desde la Casa Blanca hasta el Capitolio, gritando consignas en contra de la Asociación Nacional del 5LÁH 15$ \ GHQXQFLDQG­R VX LQÁXHQFLD HQ OD SROtWLFD

Con un frío viento que enrojecía sus rostros, los estudiante­s portaron vistosos carteles hechos a mano con mensajes como “NRA, ¿cuántos niños mataste hoy?, “nuestra sangre en sus manos”, “cese a la violencia de las armas”, y “control de armas, ahora”.

En su página web, la organizaci­ón Youth Empower delineó sus demandas, en particular la aprobación de al menos seis medidas que pululan en ambas cámaras del Congreso y que proponen la prohibició­n de la venta de armas de asalto y armas de alta capacidad; una expansión de la revisión de antecedent­es para compradore­s de armas; restriccio­nes judiciales para personas considerad­as peligrosas, y un cese de la “militariza­ción” de los cuerpos policiales.

Asimismo, el grupo se opone a leyes que permitan la “portación recíproca” de armas de un estado a otro, y cualquier legislació­n que proponga armar a los maestros y demás personal GRFHQWH SDUD ´IRUWLÀFDUµ D ORV colegios, tal como proponen la administra­ción Trump y la poderosa NRA.

Desde la matanza en la escuela primaria Sandy Hook, en Newtown (Connecticu­t), en diciembre de 2012, unos 7,000 estudiante­s han sido víctimas de tiroteos, tal como OR UHÁHMy HO ´0RQXPHQWR SDUD nuestros hijos”, que activistas construyer­on con 7,000 pares de zapatos en los predios del Capitolio.

“No podemos seguir con estas matanzas; vamos a la escuela a estudiar, no a vivir con miedo de que nos maten. Los políticos nos deben respuestas y no pueden dejarse intimidar por la NRA... tenemos que cambiar la cultura de las armas, y tengo fe en este movimiento”, dijo la peruana Valerie Tabraj, estudiante de 18 años de la secundaria John F. Kennedy en Silver Spring (Maryland).

Al llegar al Capitolio, los estudiante­s se sumaron a líderes demócratas de ambas cámaras del Congreso, y activistas de sindicatos de maestros, para mantener la presión a favor de medidas para combatir el fácil acceso a las armas y mejorar la seguridad escolar.

El representa­nte demócrata por Georgia, John Lewis, recibió una ovación cuando dijo que su voto no está a la venta y que no ha recibido ni nunca recibirá “un sólo céntimo de la NRA”. También recordó sus vivencias como líder del movimiento de los derechos civiles, y alentó a los jóvenes “a no darse por vencidos” ni abandonar la lucha por la justicia.

“Verdaderam­ente creo que este movimiento liderado por estos jóvenes brillantes e inteligent­es va a dar resultados. Estos jóvenes, estos niños, nos llevarán a la meta”, dijo Lewis a este diario.

Caterina Ieronimo, de 17 años, escuchó las lecciones de Lewis junto a sus compañeros de la secundaria católica Our Lady of Good Counsel, en Olney (Maryland), y DÀUPy TXH ´HO &RQJUHVR QRV ha ignorado durante demasiado tiempo, pero tiene que oír nuestro reclamo”.

“Acá estamos y no nos vamos hasta que el Congreso apruebe leyes que nos protejan. No vamos a permitir que todo vuelva a la normalidad, vamos a ir por la NRA en las urnas... el congresist­a Lewis nos dio un mensaje muy poderoso con las manifestac­ioQHV SDFtÀFDV FRPR ODV TXH pO hizo por los derechos civiles”, dijo Ieronimo.

Jasmine y Lamar Lipscomb, dos estudiante­s universita­rios, viajaron con su pequeña de 17 meses porque, según explicó la joven, “nos preocupa que tanto ella como nosotros tengamos un ambiente seguro en las escuelas... cualquiera de nosotros podría ser la siguiente víctima, y debemos luchar por un cambio”.

Por su parte, el legislador demócrata por Nueva York, Adriano Espaillat, señaló que los estudiante­s “se levantan para decirle no a las armas de fuego... los políticos que reciben dinero de la NRA serán derrotados en las urnas”.

Mientras, el senador independie­nte de Vermont y exprecandi­dato presidenci­al demócrata, Bernie Sanders, fue recibido como un héroe por los estudiante­s, que coreaban al unísono “Bernie, Bernie, Bernie!”. Sanders y otros líderes demócratas también mandaron mensajes de solidarida­d con los estudiante­s.O

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FOTOS: GETTY IMAGES La protesta estudianti­l llegó hasta las puertas del Capitolio, en Washington D.C.
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«Yo vine porque ya es suficiente de estar yendo todos los días a la escuela con temor y no saber si vamos a regresar a casa. Estamos aquí para seguir peleando, no podemos callarnos».

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