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El Papa responde al escándalo de pederastia en la Iglesia de EEUU

- María Peña maria.pena@impremedia.com WASHINGTON

El Papa Francisco emitió una carta a todos los católicos del mundo en la que pidió perdón a centenares de víctimas de sacerdotes pederastas en Pensilvani­a a través de las décadas y exigió rendición de cuentas, en el marco de una nueva crisis que ha sacudido la fe en la Iglesia.

“Con vergüenza y arrepentim­iento, como comunidad eclesial, asumimos que no supimos estar donde teníamos que estar, que no actuamos a tiempo reconocien­do la magnitud y gravedad del daño que se estaba causanGR HQ WDQWDV YLGDVµ DÀUPy el Papa Francisco en la carta emitida en siete idiomas.

“Hemos descuidado y abandonado a los pequeños”, lamentó, en víspera de su próxima gira a Irlanda, uno de los países más afectados por escándalos anteriores.

El líder religioso pidió perdón a las víctimas por el trauma del abuso sexual por parte de sacerdotes pederastas, aunque en la carta no precisó qué pasos dará la Iglesia para castigarlo­s, o impedir que sus delitos queden impunes.

El Papa Francisco divulgó la carta días tras revelacion­es de que centenares de personas fueron abusadas por los curas en varias parroquias de Pensilvani­a.

Hace unos días, un jurado de investigac­ión detalló

El Papa reconoció en la misiva los errores cometidos por la Iglesia Católica.

en un informe el abuso sexual de al menos mil niños por parte de 300 “curas depredador­es” en las diócesis de Allentown, Erie, Greensburg, Harrisburg, Pittsburgh y Scranton, en Pensilvani­a, a partir de 1947 y a lo largo de siete décadas.

El número de víctimas podría superar “los miles”, porque muchos expediente­s desapareci­eron y muchos niños nunca hicieron denuncias por miedo, según el documento.

“Los sacerdotes violaron a niños y niñas, y los hombres de Dios que eran responsabl­es por ellos (los curas) no sólo no hicieron nada sino que lo encubriero­n todo. Durante décadas. Monseñores, obispos auxiliares, obispos, arzobispos, cardenales, han sido mayormente protegidos; muchos, incluyendo algunos en este informe, han sido ascendidos”, denunció el informe.

Según la página web BishopAcco­untability. org, los obispos en EEUU han recibido denuncias de abuso por parte de 6,721 sacerdotes entre 1950 y 2016, es decir el 5.8% de los 116,690 curas activos en ese período.

“Nunca más”

El Papa Francisco hizo mención del escándalo en Pensilvani­a y prometió un “nunca más” ante “cualquier tipo de abuso sexual, de poder y de conciencia”, si bien reconoció que ningún acto de conWULFLyQ VHUtD VXÀFLHQWH SDUD las víctimas.

“Invito a todo el santo Pueblo fiel de Dios al ejercicio penitencia­l de la oración y el ayuno siguiendo el mandato del Señor, que despierte nuestra conciencia, nuestra solidarida­d y compromiso con una cultura del cuidado y el “nunca más” a todo tipo y forma de abuso”, dijo.

El líder religioso pidió “ayuno y oración” frente al “dolor silenciado en niños, jóvenes y minusválid­os”, y para actuar con “sed de justicia… apoyando todas las mediacione­s judiciales que sean necesarias”.

El destape del escándalo ha reabierto heridas y generado más condenas contra la Iglesia, que en la década de 1990 ya tuvo que hacer frente a una crisis similar. En el marco de reformas, desde 2002 la Iglesia exige denunciar ante la policía a curas acusados de abusos, y tiene procedimie­ntos para suspenderl­os durante una investigac­ión, y expulsarlo­s GHO VDFHUGRFLR VL VH FRQÀUPD su culpabilid­ad.

El Santo Padre denunció a principios de año el abuso sexual por parte de curas en Chile, y al destacar una política de “tolerancia cero” a los abusos, dejó en claro que todo cura implicado en abusos debe abandonar el sacerdocio.

¿Se salva la Iglesia?

El escándalo a nivel global – hubo casos recientes también en Australia - ha vuelto a sacudir los cimientos de la Iglesia, especialme­nte por tratarse de menores vulnerable­s que cayeron en la “cueva del lobo”.

En el área de Washington, el arzobispo jubilado, Theodore McCarrick, afronta acusacione­s de que violó sexualment­e tanto a menores como a seminarist­as. Esa revelación echó sal a la herida, debido D OD FRQÀDQ]D \ SRSXODULGD­G de la que gozaba McCarrick en el país.

“Creo que siempre podemos hacer más para apoyar a sobrevivie­ntes, y es muy importante que los obispos los escuchen… todo sobrevivie­nte está enfurecido no sólo por el abuso que sufrieron sino por la negación que enfrentan cuando quieren contar lo que les pasó”, dijo el padre jesuita Thomas Reese a la estación de radio WAMU.

Aunque consideró “abominable” lo sucedido en Pensilvani­a, Reese, también columnista de “Religious News Service”, consideró que demandas millonaria­s contra la Iglesia sólo castigan a las personas que depositan su limosna los domingos, a las parroquias y escuelas, y a los pobres que reciben ayuda de las iglesias.

A su juicio, sería mejor crear una comisión independie­nte que recabe testimonio­s de víctimas y determine su indemnizac­ión.

La Red de Sobrevivie­ntes de Aquellos Abusados por Sacerdotes (SNAP, por su sigla en inglés) exige que las autoridade­s de Pensilvani­a emprendan acciones legales contra líderes religiosos que “cometen abusos contra niños, o los encubren”.

De palabras a los hechos

En declaracio­nes a este medio, el presidente de SNAP, 7LP /HQQRQ DÀUPy TXH HO Papa sólo ha actuado por “presiones de afuera” de la Iglesia pero tiene que pasar de las palabras y disculpas a los hechos, porque “sus comentario­s sobre arrepentim­iento y oración no van a hacer a un niño más seguro”, ni los ayunos “iluminarán a la jerarquía”.

Además de mostrar indignació­n, el Papa debe exigir que todo obispo en todo el mundo denuncie a la policía a quienes abusen de niños, y que toda diócesis abra sus “archivos secretos”, en aras de la transparen­cia.

Lennon también recomendó cambios en las leyes para poder enjuiciar crímenes del pasado y para fortalecer las proteccion­es para menores, y que la Iglesia ofrezca capacitaci­ón laboral, terapia, y rehabilita­ción por abuso de drogas y alcohol para víctimas del abuso sexual de sacerdotes, que deja daños “de por vida”.

OEl arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, urgió al papa Francisco a hablar “abiertamen­te y con franqueza” del pasado de la Iglesia en Irlanda en su visita al país de la semana que viene y aseguró que “no basta con pedir perdón”.

En su homilía en la Procatedra­l de Santa María, en la capital irlandesa, Martin dijo que “las estructura­s que permitiero­n o facilitaro­n los abusos han de ser eliminadas para siempre”. “No basta con decir simplement­e ‘lo siento’. Las estructura­s que permitiero­n o facilitaro­n el abuso deben ser analizadas y destruidas para siempre”, subrayó. El papa Francisco viajará a Irlanda los próximos 25 y 26 de agosto, al final de una semana en la que se celebra en Dublín el X Encuentro Mundial de las Familias, 39 años después de la visita de Juan Pablo II a este país, la primera y única de un pontífice hasta ahora.

El prelado afirmó que espera que el papa Francisco “hable claramente sobre nuestro pasado, pero también sobre nuestro futuro. Necesitamo­s una Iglesia con confianza: la confianza de los hombres y mujeres cautivados por el mensaje de Jesús”.

El arzobispo irlandés reconoció que la Iglesia ha demostrado “arrogancia” en los últimos años ante la cascada de revelacion­es por casos de abuso, tanto en el país como en el mundo. La llegada del pontífice a Irlanda viene precedida por un nuevo escándalo de abusos a menores por parte de sacerdotes en Pensilvani­a (EEUU).

Grupos de sobrevivie­ntes exigen justicia y una investigac­ión nacional para exponer a más curas culpables de abusos

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EFE

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