LAS TAREAS DE AMLO Y LA 4T
Feliz año nuevo a todos los lectores de esta columna, espero que ya ustedes hayan hecho su lista para transformarse a sí mismos durante 2020.
Y hablando de transformaciones, no se sabe hasta qué punto el presidente Andrés Manuel López Obrador pueda lograr transformar a México en cinco años más, ya que se echó encima una montaña de tareas que doblegarían a cualquier otra persona. Transformar a México, diría yo, requiere de más fuerza y valor que la que necesito Hércules para completar sus 12 tareas y estas tampoco fueron nada de que reírse. Pero AMLO es AMLO y su sueño es lograr la Cuarta Transformación de México, la dichosa 4T.
AMLO, un político tabasqueño, se echó demasiado en la tortilla, pero en fin nada cuesta con soñar. Prometió acabar con la corrupción, dar fin a la impunidad, ponerle fin al nepotismo y al amiguismo, hacer crecer a la economía, cortar los salarios de los burócratas millonarios, crear programas sociales que beneficien a los pobres, reenergetizar a Pemex, combatir la desenfrenada violencia que ha costado a México miles y miles de vidas, apoyar a los maestros, viajar como cualquier otro ciudadano sin un enorme estado mayor presidencial y abandonar la lujosa residencia de Los Pinos.
También prometió no subir el precio de la gasolina, acabar con el huachicoleo (robo de gasoductos), ofrecer becas a los jóvenes, aumentar la contribución a los de la tercera edad, hacer un nuevo aeropuerto, construir el Tren Maya, ayudar al sur del país a industrializarse y ayudar al campo con subsidios y comprando las cosechas a precios del mercado.
Esta agenda es extraordinaria para un político mexicano ya que muchos otros no levantaron un dedo para ayudar a los millones de mexicanos pobres. Diría yo que solo por sus buenas intenciones, AMLO merece recibir un buen grado en su boleta de calificaciones.
Uno de los programas más interesantes de López Obrador es el Instituto para Regresar al Pueblo Lo Robado. Se trata de vender en subastas al mejor postor todas las propiedades, vehículos, casas de lujo y joyas confiscadas a los miembros de los carteles. Después de la subasta, la 4T entrega ese dinero a comunidades pobres del país para que construyan escuelas, carreteras y otros proyectos comunales.
Aún no se sabe hasta donde pueda llegar esto de la 4T en México. Lo significativo de AMLO y su agenda es que el ejemplo a veces es más poderoso que el actual logro contra todos estos males que han aquejado al país azteca como una plaga bíblica.
Estoy seguro que ya el ejemplo de López Obrador ha llegado a otros países latinoamericanos como Perú, Chile, Colombia y Argentina, en donde la gente ha salido a las calles.
Esto no quiere decir que AMLO les ordenó salir a las calles en otros lugares, pero en un continente latinoamericano lleno de pobreza y corrupción, la gente ahí también tiene anhelos de transformar sus instituciones, partidos y gobiernos. El buen ejemplo a veces es una llama que enciende la imaginación.