NEGOCIOS LATINOS SON RELEGADOS
En el Congreso siguen las negociaciones sobre un nuevo paquete de ayuda a la economía privada para salvarla de las consecuencias de económicas de la pandemia, en debates detrás de las bambalinas y con presencia de cabilderos y representantes de los bancos y los grandes negocios.
Una vez repartidos miles de millones de dólares provenientes de dos megapaquetes de rescate financiero, es indudable el cuadro de favoritismo y falta de miras que ha resultado durante la repartición de esos fondos. Son las grandes empresas las que recibieron gran parte de estos fondos. Y ante la protesta pública, algunos se han avergonzado y apresurado a devolver millones de dólares que realmente no necesitan.
Este desbalance en vez de apagar las llamas de la crisis solo empeora la situación e hipoteca nuestro futuro conjunto como nación y sociedad.
Si bien los pequeños negocios en general no han sido suficientemente considerados a la hora de prestar ayuda, son los pequeños negocios latinos los más ignorados.
Quienes deciden el destino de los fondos, le han prestado muy poca atención.
Un nuevo estudio conjunto de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC) y la Cámara de Comercio Hispana de Estados Unidos lo confirma.
“El dinero del Programa de Protección de Pagos fue a los multimillonarios de Wall Street y muy poco goteó a negocios familiares y los pequeños negocios de América”, dijo el Presidente Nacional de LULAC Domingo García.
Esta actitud no es nueva. «Son las grandes empresas las que han recibido gran parte de los fondos aprobados en Washington».
Las solicitudes de préstamos empresariales para compañías de propiedad de minorías son rechazadas dos a tres veces más que la norma.
Y sin embargo, a fuerza de trabajo arduo, de fe, de solidaridad y cooperación dentro de las familias, nuestros negocios crecen. De hecho, mientras que entre 2007 y 2015 el número de negocios en Estados Unidos bajó, el de los pertenecientes a latinos subió en 46%. Y esto sucedió a pesar de que sólo el 28% de los negocios latinos que pidieron préstamos los recibieron, comparado con 49% para negocios de dueños blancos.
Claramente, existe una predisposición de los bancos y los gobiernos a ser especialmente severos con las solicitudes de préstamo de latinos y una tendencia a verlos negativamente.
Nuestro sector abarca casi cinco millones de negocios de propiedad de latinos que generan 800,000 millones de dólares en ingresos anuales.
Es hora que los pequeños negocios latinos dejen de ser tratados como ciudadanos de segunda categoría, especialmente porque han demostrado su potencial de crecimiento y su arraigo dentro de una población pujante, dinámica y trabajadora. Le toca a los gobiernos corregir esta discriminación.l
Esta semana se alcanzaron 20,000 casos de COVID-19 en Chicago, con 20,499 y 973 fallecimientos el pasado miércoles. En todo Estados Unidos los casos superan ya el millón.