Nuevas restricciones contra el coronavirus podrían poner en jaque a negocios de Chicago
Restaurantes, bares, gimnasios y empresas de servicios personales en Chicago regresan a un control más estricto para frenar la propagación del coronavirus
Algunos pequeños empresarios locales dicen estar preocupados porque no saben cuánto tiempo más resistirán sus negocios la crisis económica provocada por el covid-19 luego que se anunciara en días recientes restricciones para bares, restaurantes y gimnasios de Chicago por el aumento de casos de coronavirus en esa ciudad.
Estos negocios están ahora bajo un control más estricto como parte de un intento de frenar la propagación del virus, que se ha agudizado en tiempos recientes en Chicago luego de una declinación previa.
El aumento de casos se ha dado entre personas de 18 a 29 años.
La alcaldesa de Chicago Lori Lightfoot ordenó el cierre del servicio dentro de bares y otros negocios que venden alcohol para frenar contagios por coronavirus.
“Hemos hecho tanto progreso aquí en Chicago para contener la propagación del virus, proteger nuestro sistema de salud y salvar vidas, y en general, el virus permanece bajo control localmente. Pero nuevamente estamos viendo un aumento constante en nuevos casos”, dijo Lightfoot. “Si bien no estamos cerca del pico de la pandemia de principios de este año, ninguno de nosotros quiere volver allí, y creemos que estas restricciones ayudarán a limitar una mayor propagación en la comunidad”.
El ramo de la hospitalidad ha sido duramente impactado financieramente, dicen defensores pro derechos laborales y activistas. Y a pesar de que el plan de reapertura económica e inicio de la fase 4 en Chicago generó entusiasmo y expectativa en la comunidad empresarial local, ahora el tener que ceñirse a nuevas restricciones podría poner en jaque a algunos negocios de Chicago.
Roque Calva, propietario del restaurante Mariscos La Diabla en el vecindario de West Lawn, dice que las restricciones de la ciudad han afectado a su negocio demasiado. “La gente como que se espantó, por eso no viene al negocio, tiene miedo contagiarse del virus a pesar que se toman todas las medidas necesarias de salubridad. Mis ventas han bajado en un 70%”. Calva tuvo que despedir personal y cambiar sus horas de atención al público en vista de que no puede vender licor en su barra ni tampoco rentar su salón de banquetes. “Ya no se puede dar trabajo porque no hay de dónde sacar para pagar al personal con tantas restricciones. No hay estabilidad, todo es incierto”, dijo. “Este virus ha tenido un impacto desproporcionado en los individuos negros y latinos, muchos de los cuales son trabajadores esenciales que han seguido trabajando y no podemos permitirnos ver un resurgimiento que signifique más casos y más muertes”, dijo la Dra. Allison Arwady, comisionada del Departamento de Salud Pública de Chicago Las nuevas restricciones que entraron en vigencia el 24 de julio requieren que los gimnasios limiten el tamaño de sus clases en interiores a solo 10 personas. Otras de las empresas que tendrán que sujetarse a las nuevas restricciones son bares, tabernas, cervecerías y otros establecimientos que sirven alcohol para consumo en el lugar sin una licencia de ‘Retail Food’, ya no podrán servir a los clientes en interiores.
A los restaurantes que sirven alcohol se les permitirá que continúen operando mientras cumplan con la guía COVID-19 y las regulaciones existentes.
El tamaño máximo de ocupación de una mesa en restaurantes, bares, tabernas y cervecerías se reducirá a seis personas.
Impremedia
Iván Adaime, CEO Javier Casas, CFO Rafael Cores, Content