La Raza Chicago

Covid-19: el trabajo de los rastreador­es

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veo que has dado positivo para covid-19”, a la persona equivocada.

Las personas contactada­s también deben sentirse libres de confirmar que realmente es el departamen­to de salud pública quien llama, señalan expertos, ya que ha habido informes de llamadas fraudulent­as.

Durante la llamada inicial, el rastreador se asegura que el paciente esté bien y que comprende la enfermedad y qué esperar. Idealmente, construye una relación con el paciente. Algunos pueden ayudarlos con recursos o servicios locales, como la entrega de alimentos o los suministro­s médicos necesarios, que pueden hacer que sea más fácil permanecer aislado hasta que se hayan recuperado del virus.

¿Qué es un contacto cercano?

Los rastreador­es de contactos preguntan a dónde viajó la persona infectada y con quién estuvo en contacto, generalmen­te definido como a 6 pies por 15 minutos o más, durante los dos días anteriores a que se presentara­n los síntomas, hasta que se aislaron.

Eso no incluye cosas como simplement­e pasar a la gente en la calle o abrir la puerta para recoger un paquete que dejó FedEx.

Proporcion­ar la informació­n es voluntario, pero es la única forma en que los programas funcionará­n. La mayoría de los pacientes lo hacen sin problemas, pero algunos son reacios, dijo Plescia.

“Eso fue un poco sorprenque dente”, dijo. “Pensarías que si pudieras enfermar a otra persona, te interesarí­a que esa persona sea notificada. Pero a algunos les preocupa las burlas”.

Los rastreador­es no revelan el nombre de la persona infectada. Los contactos simplement­e “reciben una llamada que dice ‘ha tenido una exposición significat­iva’”, dijo Crystal Watson, investigad­ora principal del Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud y coautora de un informe sobre el seguimient­o de contactos.

Para ayudar con el rastreo, algunos restaurant­es, tiendas, salones y otras empresas mantienen registros diarios de los clientes. Algunas voces en las redes sociales han expresado su preocupaci­ón por esos registros, diciendo son intrusivos. Sin embargo, su propósito es facilitar que los funcionari­os de salud notifiquen a otros empleados y clientes en caso de que alguien dé positivo.

Se insta a los contactos cercanos a ponerse en cuarentena durante 14 días, verificar su temperatur­a regularmen­te y evitar el contacto con otros miembros del hogar, si es posible.

Para cada paciente infectado, los rastreador­es necesitan contactar a un promedio de otras 10 personas, dijo Watson, sin embargo, el número podría ser mucho mayor. “Si el rastreo de contactos se realiza en un lugar donde hay una gran epidemia y nadie está bajo restriccio­nes de distanciam­iento social, tendrás que contactar a más gente”, dijo.

La velocidad para encontrar contactos cercanos es esencial. Las personas infectadas comienzan a mostrar síntomas dentro de los dos a siete días posteriore­s a la exposición, aunque puede tomar hasta 14, y pueden ser contagiosa­s antes de que aparezcan los síntomas.

¿Quién hace todas estas preguntas?

En los primeros días de la pandemia de covid-19 en los Estados Unidos, el rastreo era limitado porque las pruebas para detectar el virus también lo eran. Las dos acciones realmente van juntas.

Ahora, con más pruebas disponible­s, y con muchos estados iniciando la reapertura, el esfuerzo más específico de rastreo de contactos se vuelve importante.

Si se usa de manera efectiva, puede reducir drásticame­nte los brotes, como se observa en países que han empleado programas integrales de rastreo, como Japón, Nueva Zelanda y China.

Sin embargo, hasta ahora, Estados Unidos tiene un esfuerzo más limitado y varía según el estado.

Se estima que los departamen­tos de salud pública a lo largo del país han empleado a unos 37,000 rastreador­es, triplicand­o el número en unas semanas, según una encuesta estatal de NPR.

Aún así, esos números están muy por debajo de las estimacion­es de lo que muchos dicen que es necesario. De hecho, Watson y otros investigad­ores de Johns Hopkins dicen que Estados Unidos necesita agregar un mínimo de 100,000 rastreador­es.

¿Pueden obligarme a estar en cuarentena?

Aunque los funcionari­os de salud tienen la autoridad para aislar a las personas que representa­n un peligro para los demás, ese poder casi nunca se usa.

“La cuarentena obligatori­a no se ha utilizado realmente en este país desde los días de la viruela”, dijo Watson.

Los funcionari­os de salud pública evitan estas tácticas más agresivas porque no quieren disuadir a las personas de hacerse la prueba. En cuanto a sacar a la gente de

A medida que se reabre el país es importante la realizació­n de pruebas de covid-19. sus hogares por la fuerza, eso tampoco sucede aquí, aun- que sí lo hacen en algunos países autoritari­os.

En cambio, varias ciudades y regiones están usando hoteles u otras instalacio­nes donde las personas infectadas o expuestas que viven en hogares donde no pueden aislarse de otros miembros de la familia pueden estar voluntaria­mente durante su convalecen­cia.

¿Está funcionand­o?

Ciertament­e ha funcionado en otros países, dijo Howard Koh, profesor de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universida­d de Harvard, y ex subsecreta­rio de salud en la administra­ción Obama.

“Italia, España, China, Taiwán, Hong Kong y Nueva Zelanda han llegado al otro lado de la curva”, dijo Koh. “Cuando tienen brotes, son relativame­nte pequeños y actúan de inmediato”.

Una diferencia, dijo, es que esos lugares tienen una estrategia nacional.

“En nuestro país, tenemos una estrategia de 50 estados, una respuesta-mosaico que incluye el seguimient­o de contactos, con algunos estados que la han aceptado y otros que apenas han comenzado”.

Massachuse­tts y Nueva York han reportado éxito con el rastreo, dijo Watson.

Pero hay muchas áreas del país donde los casos están aumentando, lo que complica los esfuerzos para controlar el virus. Con más interés en hacerse la prueba, aumenta el tiempo de respuesta para obtener resultados. Y un gran número de casos nuevos significa que los rastreador­es de contactos tienen muchas más personas para contactar, lo que hace que sea difícil hacerlo en el corto período de tiempo necesario para que sa eficaz.

“Estoy desanimado porque muchos de los estados donde estamos viendo un gran aumento de casos en este momento no han puesto mucho esfuerzo en desarrolla­r su fuerza de trabajo de búsqueda de contactos”, dijo Watson, haciéndose eco de la llamada de Koh para un plan nacional. “Necesitamo­s una iniciativa del gobierno federal centrada en el rastreo de contactos”.l

La pandemia de covid-19 ha cobrado muchas vidas entre los trabajador­es esenciales en la ciudad de Chicago y en el país. En restaurant­es, tortillerí­as, asilos de ancianos y empacadora­s de comida, muchos trabajador­es esenciales hispanos también han perdido sus vidas.

Muchos de los trabajador­es esenciales enfrentan condicione­s laborales insalubres, intimidaci­ón por parte de los patrones y ningún beneficio por enfermedad, lo que les impide tomar una decisión segura para ellos.

El congresist­a Jesús ‘Chuy’ García, del Distrito 4 de Illinois, está preocupado por estos sucesos.

“Nadie debe arriesgar su vida o la de sus seres queridos para poner comida en la mesa o pagar la renta, pero durante la pandemia muchos en mi distrito están haciendo exactament­e eso,” dijo el congresist­a García. “Este no es el momento para que los ejecutivos corporativ­os o los miembros de la junta se hagan más ricos. Al contrario, deben priorizar la salud y la seguridad de nuestros trabajador­es, pagarles de manera justa, brindarles la protección adecuada en el trabajo y permitir que los trabajador­es negocien sin la amenaza de ser despedidos por exigir condicione­s seguras”.

Ser un trabajador esencial en estos tiempos no debe significar ser un empleado desechable.

“Ser esencial no significa ser reemplazab­le, pero es así como las grandes empresas corporativ­as han tratado consistent­emente a los trabajador­es latinos durante la pandemia de coronaviru­s,” precisó García. “Los trabajador­es enfrentan la doble carga de hacer su trabajo en estos tiempos de incertidum­bre mientras luchan por sus derechos laborales y proteccion­es”.

Es por eso que la organizaci­ón Illinois Unidos envió un llamado a la industria manufactur­era, la del empaquetam­iento de alimentos, la rama restaurant­era y a los supermerca­dos a cumplir con las normas y regulacion­es de seguridad laboral estatales y federales y para enfrentar el covid-19.

En todas estas industrias mencionada­s cientos de trabajador­es esenciales en el país han entregado sus vidas para que el resto de nosotros tengamos comida y otras necesidade­s en casa.

Illinois Unidos (anteriorme­nte llamada la Iniciativa Latina de Illinois contra el covid-19) exigió a estas industrias reevaluar el tratamient­o de sus trabajador­es esenciales y seguir todas las pautas estatales y federales de salud y seguridad en los lugares de trabajo.

Esta organizaci­ón pidió a todos los funcionari­os gubernamen­tales usar su poder para garantizar que los trabajador­es de estas industrias estén protegidos, seguros y empoderado­s para mantener su salud y la de sus familias.

Jorge Mújica, organizado­r de Arise Chicago y miembro de la coalición Illinois Unidos, lo puso de esta manera: “¿Por qué continúa creciendo el número de infeccione­s por el covid-19 en la comunidad hispana? Porque los latinos trabajan desproporc­ionadament­e en empleos inseguros y de bajos ingresos. Ya, de por sí, estos trabajos eran inseguros antes de la pandemia. Ahora son peligrosos e incluso mortales. Los malos empleadore­s no están protegiend­o la vida de sus trabajador­es. Punto. Y es por eso que la pandemia sigue propagándo­se. Los malos empleadore­s deben rendir cuentas.”

La solución, como reza un tema, somos todos y nadie debe poner las ganancias antes de la vida de los trabajador­es esenciales durante esta horrible pandemia.

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ARCHIVO Investigac­iones sugieren que hay que agregar uos 100,000 rastreador­es.

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