Un siglo de lucha por el sufragio femenino
Un siglo después de que las mujeres lograran el derecho al voto en Estados Unidos, la lucha por el sufragio universal sigue viva en el país, donde las minorías aún enfrentan trabas para votar en varios estados y el fantasma del fraude electoral sigue utilizándose para limitar el acceso a las urnas.
La fiesta se celebró en Tennessee: en una votación muy ajustada, ese estado sureño ratificó el 18 de agosto de 1920 la Decimonovena Enmienda de la Constitución estadounidense, y culminó el proceso para añadir a la carta magna una frase sencilla pero poderosa: ya no podía prohibirse el voto a nadie en EEUU “por razón de su sexo”.
La batalla para conseguirlo duró 72 años, desde la primera convención por los derechos de la mujer en 1848 en Seneca Falls (Nueva York), y muchas de sus impulsoras
Aún faltaban casi cinco décadas para que ese derecho se extendiera en la práctica a todas las minorías.
murieron antes de poder votar, mientras que otras fueron encarceladas y torturadas por sus desafiantes protestas ante la Casa Blanca en la década de 1910.
Lejos de ser homogéneo, el movimiento de las sufragistas abarcaba distintas filosofías políticas y discriminó a sus integrantes negras, que en algunos casos se rebelaron: la periodista Ida B. Wells, por ejemplo, se negó a situarse en la cola de su delegación durante la marcha en Washington por el sufragio femenino en 1913.
“(El movimiento de las sufragistas) expuso la misoginia y el machismo de quienes creían que las mujeres no tenían nada que aportar a la sociedad civil, pero también el racismo y el supremacismo blanco que llevó a algunas a creer que las mujeres negras no debían acceder al voto”, explicó Marcia Chatelain, profesora de historia en la Universidad de Georgetown.
Con la ratificación de la Decimonovena Enmienda, el camino hacia el sufragio universal en EEUU parecía completo: los hombres afroamericanos habían conseguido el derecho al voto con otro cambio a la Constitución en 1870, así que, sobre el papel, la norma era que todos los estadounidenses podían acudir a las urnas. Pero aún faltaban casi cinco décadas para que ese derecho se extendiera en la práctica a todas las minorías, y cien años después, las tácticas para suprimir el voto en varios estados siguen impidiendo la realización completa del sueño de las sufragistas, y perjudican sobre todo a los negros, latinos y nativos americanos.l
Cinco décadas
Al cierre, se han registrado en la ciudad 67,076 personas infectadas con coronavirus, el 47.2% de ellas latinas. Los fallecimientos en Chicago sumaron 2,836, 32.7% de ellos de hispanos.