RESPETO AL DERECHO DE ASILO
Tras la decisión judicial que anuló su suspensión por parte de la administración de Joe Biden, se reanuda el programa Quédate en México (oficialmente Protocolo de Protección al Migrante o MPP). Pero organizaciones comunitarias cuya labor es indispensable para el bienestar de los migrantes se niegan con razón a colaborar con la expulsión de quienes legalmente piden asilo. Consideran que el programa incumple la ley estadounidense y el derecho internacional.
Se trata de refugiados provenientes en su mayoría de Haití y de Centroamérica, que huyen para salvarse de situaciones que ponen en riesgo sus vidas.
MPP fue establecido por el gobierno de Donald Trump, como parte orgánica de su política antiinmigrante. Consiste en devolver a los solicitantes de asilo extranjeros a México, donde deben esperar hasta que un tribunal migratorio estadounidense supuestamente resuelva su caso.
Los refugiados así rechazados y conminados a quedarse en el país vecino no son ilegales sino que se presentan voluntariamente en los puestos de entrada del país y solicitan asilo político de acuerdo con acuerdos internacionales.
Por eso estaba en lo correcto el gobierno de Biden cuando suspendió el programa ni bien inició su gestión en enero pasado. Y también es correcta la apreciación de la ONU de que Quédate en México es una amenaza al sistema de asilo, ya que “viola el estándar internacional de que todo el mundo tiene derecho a pedir protección”.
A esto se suma la orden ejecutiva de Trump de marzo de 2020, de implementar el llamado ‘Título 42’ de 1944. Supuestamente para prevenir el ingreso de enfermos de COVID-19, esa norma se ha utilizado para expulsar de inmediato y sin posibilidad de pedir asilo a todo aquel que cruce la frontera de manera irregular.
La aplicación de estas políticas requiere la cooperación del gobierno mexicano, que aceptó que se reanudara presumiblemente como un gesto de colaboración al gobierno de Biden, para que pueda actar el fallo de la Corte, aunque exista fuerte tensión al respecto.
Y aunque la administración Biden justifica la reanudación de Quédate en México en la decisión de la corte federal, ésta declaró ilegal la suspensión no con base en los méritos del programa sino porque no se llevaron a cabo los pasos necesarios para la toma de decisiones en cada caso. Esta opinión fue refrendada por la Suprema Corte.
En su núcleo, Quédate en México es ilegal. Por lo tanto debe cesar el envío de miles de personas ya en crisis al peligro de violencia, violaciones, hambruna, abuso y una espera sin límites. Se les debe posibilitar esperar en territorio estadounidense, como hasta ahora, hasta que se decida su caso.
Nos sumamos a la exigencia de las organizaciones que en el terreno de los hechos ayudan a los migrantes de que se restablezca el derecho al asilo, cumpliendo así con las leyes internacionales.l
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