AYUDA PARA LOS ESTUDIANTES
El préstamo federal universitario dedicado para ayudar a los estudiantes de bajos ingresos (IDR) cerró la deuda de solo 32 estudiantes después de más de 20 años de pagos. Pero se suponía que esa cifra podría haber alcanzado más de tres millones de beneficiarios.
La diferencia entre esos números revela la magnitud del rezago en uno de los pilares en el manejo de la deuda estudiantil (préstamos solicitados para pagar los estudios universitarios), que hoy es la segunda más grande del país, detrás de las hipotecas.
El gobierno federal presta anualmente más de 100,000 millones de dólares para cuCondonación brir la matrícula de más de 6,000 colegios y universidades. El total es cerca de 1.4 billones de dólares adeudados por más de 40 millones de estadounidenses.
Una de las promesas del presidente Joe Biden era solucionar una deuda que, para muchos, es impagable por los intereses acumulados durante décadas.
En el primer año se cancelaron 17,000 millones de dólares a 725,000 deudores y se ha extendido la pausa de pago a otros 41 millones.
La Agencia Federal de Ayuda al Estudiante (FSA) también estima que cancelará de inmediato la deuda de al menos 40,000 prestatarios en el marco del Programa de de Préstamos del Servicio Público (PSLF). Estas son las personas que dedicaron más de 10 años al servicio público después de graduarse.
Se creará un camino de condonación para miles de préstamos más antiguos a través del IDR. Más de 3.6 millones de prestatarios también recibirán al menos tres años de crédito adicional para dar por pagada la deuda. Se suponía que los beneficiarios tenían una mensualidad manejable según el ingreso y una promesa de condonación después de 20-25 años de pagos.
Pero solo 32 estudiantes arreglaron sus deudas a través del citado plan, creado en la década de los noventas. Los servidores privados de la deuda se aprovecharon de la falta de vigilancia de las autoridades federales para endeudar a los estudiantes en planes que empeoraron la situación del prestatario.
Los estudiantes de minorías son los más perjudicados porque al no tener recursos familiares dependen de los préstamos para estudiar. Ellos también son más del doble de los blancos en las costosas universidades con fines de lucro. Además, muchas veces nunca se realiza la expectativa de ingresos después de graduarse.
El problema principal es el cambio ocurrido en las últimas décadas, en el que la universidad depende más de la matrícula en vez de los fondos estatales. Los costos administrativos son más elevados y los centros de estudios compiten por una mejor “experiencia universitaria” para atraer más estudiantes.
Se necesita una reforma importante en el sistema financiero universitario. Mientras tanto, es necesario proteger al estudiante de una carga económica insostenible con una buena vigilancia y guiarlo en lo posible de una manera realista en sus ingresos potenciales de acuerdo con lo que hoy estudie.l