Microcefalia abre nueva batalla por aborto legal en Brasil
El momento es adverso, de avance de grupos conservadores y religiosos especialmente en el parlamento, pero la epidemia del virus de zika acompañada de un brote de microcefalia renueva la discusión sobre aborto en Brasil.
“Un llamado a la sociedad para debatir de forma racional y con generosidad” una revisión de la ley que penaliza la interrupción del embarazo, identificó la abogada Silvia Pimentel en esa dramática situación generada por el virus zika..
En Brasil una ley de 1940 define como crimen contra la vida poner fin a la gestación, estableciendo dos excepciones, una cuando el aborto es “necesario” como la única forma de salvar la vida de la mujer embarazada y otra si el embarazo es resultado de una violación.
La anencefalia se incorporó como “tercer permiso legal”, por un fallo de 2012 del Supremo Tribunal Federal (STF), basado en el hecho de que, sin cerebro, el feto no sobrevive fuera del útero.
“Ahora es distinto, microcefalia no es como anencefalia, en términos de vida extrauterina, para el feto anencéfalo el útero actúa como una unidad de terapia intensiva, muchos mueren incluso antes de nacer”, destacó Clair Castilhos, secretaria ejecutiva de la Red Feminista de Salud, Derechos Sexuales y Reproductivos.
La microcefalia, o cerebro pequeño, indica graves deficiencias neurológicas pero no necesariamente inviabiliza la vida.
“En ese caso se trata de discutir el derecho de la mujer elegir si mantiene o no el embarazo, con la gestante y su compañero conociendo que el hijo podrá sufrir graves problemas”, aclaró esta farmacéutica y bioquímica especializada en salud pública.
Será difícil, sin embargo, aprobar esa excepción adicional. El aborto, en cualquier circunstancia viola “el primer derecho humano que es la vida”, arguyen los opositores, encabezados por los movimientos re- ligiosos. Condenaron incluso su despenalización en el caso de fetos anencéfalos, sosteniendo que la vida empieza en la fecundación.
“Práctica eugenésica”, es la nueva acusación, diseminada por las redes sociales, a los que quieren impedir el nacimiento de microcéfalos, sugiriendo que tienen similitudes con los nazis.
La eugenesia sucede cuando el Estado, de forma autoritaria, interviene dictando decisiones, controlando úteros, y no cuando se quiere libertad para que las mujeres decidan como planificar su familia, contrarrestó Débora Diniz, investigadora del Instituto de Bioética Anis y de la Universidad de Brasilia, en entrevistas y artículos de opinión.(IPS)