Los de afuera y los de adentro, metáfora de desigualdad urbana
Para los habitantes de Bajo Autopista, un barrio precario construido debajo de una vía rápida de la capital de Argentina, “los de afuera” son los que viven donde hay lo que a los de “adentro” les niegan. Una definición geográfica de la exclusión social, pero también una metáfora sobre la desigualdad urbana.
El techo de la vivienda de Karina Ríos es el bajo de la autopista Ilia, una de las mayores vías de circulación que atraviesan Buenos Aires. La barriada se sitúa en la frontera de las Villas 31 y 31 Bis, donde unas 60.000 personas se hacinan a pocos metros del barrio de El Retiro, una de las zonas más cotizadas de la capital.
La luz y oxigenación de su hogar llegan a través de las hendijas entre las dos vías de la autopista, donde la humedad y la oscuridad dominan los dos ambientes de la vivienda, con paredes de bloques de ladrillos desvestidos y donde vive con una de sus dos hijas.
"En los últimos 20 años América Latina lo que ha visto en términos generales como tendencia es el crecimiento de la desigualdad urbana”: Elkin Velásquez.
“Acá la ambulancia no llega sino viene con la policía no llega. Es que acá, como dice la policía, un ‘negrito (pobre o de raíces mestizas)’ que muere es un negrito más. Los negritos, para los de allá, para los de afuera, no somos nadie”, contó esta vecina la villa miseria, como se llama en Argentina a los asentamientos informales y precarios.
Así fue como murió su hijo, Saúl, de 19 años, el año pasado, cuando en una pelea por defender a un amigo, le dieron una puñalada que le perforó el hígado y el bazo. Murió desangrado, contó, porque no era uno de “afuera”.
“Si no hubiera tardado tanto la ambulancia, mi hijo hoy estaría vivo”, lamentó Ríos.
Ahora como activista vecinal de la organización Garganta Poderosa, Ríos representa a su barrio, en la demanda de mejores condiciones de vida. La principal de ellas es “la urbanización”.
“Nosotros los de la villa somos muy estigmatizados. Y es porque no estamos urbanizados, no tenemos una buena calle”, definió.
Para Ríos, urbanización es que las calles tengan nombre, y sobre todo que estén pavimentadas. Las actuales, la mayoría de barro, se vuelven intransitables cuando llueve.
También incluye que haya centros de atención sanitaria. “Hay un puesto de salud pero los doctores solo te dan cinco turnos (de atención cada día) porque no les están pagando y atienden a los chicos a la intemperie. Pesan a todos los bebes desnudos con tremendo frío”, explicó. (IPS)