El infierno de los baños públicos en México Opinion: The hell of public restrooms in Mexico
En la ciudad de México a nadie le preocupa si te estás meando o cagando en los pantalones porque todos están muy ocupados en sus asuntos cotidianos y se olvidan de cosas insignificantes pero vitales desde el punto de vista fisiológico.
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In Mexico City nobody cares if you are peeing or soiling your pants because everyone seems too busy minding their own business, but when need drives you crazy, finding a restroom can become a huge drama.
Y cuando la necesidad te vuelve loco, la búsqueda de un baño se convierte en un verdadero drama.
Por que el drama de los baños públicos en lugares claves de México es un problema serio, no solo desde el punto de vista higiénico sino también social. Y un turista que viaja por primera vez al país azteca no puede comprender que en una gasolinera como Pemex, si no tiene dinero o cambio de $ 100 no puede tener acceso a un servicio sanitario esencial.
Es imposible comprender que una compañía tan grande como Pemex no pueda ofrecer acceso libre a sus sanitarios a clientes que gastan miles de pesos , lo mismo ocurre con la cadena de tiendas OXO y Seven & Eleven en todo el país. Ninguna de ellas ofrecen servicio sanitario pese a que reciben millones de dólares de los clientes en concepto de ventas.
México es un país de injusticias a lo largo de su piél geográfica. Casi nadie se preocupa por juntar ese mapa de desigualdades y ponerlo en la balanza de la equidad. No hay tiempo para detenerse y pensar en el bien colectivo, por eso es casi imposible que todos los estratos sociales se puede palpar en la gota de impotencia que resbala por las mejillas de un país que tiene todo, excepto equidad.
En muchas ciudades alrededor del mundo resulta difícil encontrar un baño público y cuando llegamos a encontrarlo está en condiciones muy malas o en pésimas condiciones de higiene y muchos prefieren utilizarlos porque se encuentran realmente en una emergencia y no tienen otra opción .
Y en una metropoli tan grande como el Estado y la ciudad de México que cuenta con más de 25 millones de habitantes es comprensible que el problema se multiplique y las preguntas obligadas emergen de la sombras donde para cagar hay que pagar. Eso es indignante pensando en las grandes corporaciones que, no solo vacían los bolsillos de los usuarios, también les imponen precios arbitrarios a una necesidad fisiológica.
Sabemos que el servicio sanitario es muy requerido y que no se puede prescindir de su uso. Lo que no sabemos es por qué los gobiernos municipales no regulan sobre este problema. Es un acto de injusticia que las grandes corporaciones también lucren sobre una necesidad fisiológica natural e incontrolable. Además del daño colateral que provoca a la salud de la población mexicana.
La falta de higiene en los sanitarios públicos es un foco de enfermedades infecciosas muy peligroso y eso puede provocar una serie de epidemias que ponen en riesgo la salud colectiva. Por eso es conveniente que el departamento de salud de México tome con responsabilidad una legislación que obligue a las corporaciones proveer servicios sanitarios gratuitos y limpios para sus usuarios.
Esas compañías que buscan lucrar hasta con las necesidades básicas, deberían promover mediante subsidios a compañías privadas el negocio millonario de los baños públicos para ofrecer a los usuarios un servicio sanitario digno. Así se puede lograr un sitio de excelencia, donde además puedan ofrecer productos de belleza y para el hogar (jabones, shampoo, toallas, etc.) y mostrar motivaciones económicas para aquellas compañías que estén dispuestas a invertir en este rubro. (La Semana)
ENGLISH
The lack of public restrooms in Mexico is not only a problem of hygiene but also a social issue, and as a tourist it is hard to understand that without pocket money you can’t have access to the most essential sanitary services, even at a gas sta- tion.
It’s beyond our comprehension trying to understand why a company like Pemex can’t offer free sanitary services when its clients spend thousands of pesos, something that also happens in the OXXO and Seven-Eleven stores around the country. People spend their money in these companies and receive nothing in return.
Injustice is a word that runs through Mexico’s geographical skin, and almost nobody worries about putting together the map of inequalities and weighing them up on the equity balance. There is no time to stop and think about the collective good, which is why all across the social pyramid one can see the impotence of a country that seems to have everything but equity.
In most cities around the world public restrooms are not easy to find and when they are available, they tend to be in awful conditions. People only use them when in a profound state of necessity when they’ve run out of choices.
It is obvious that the problem only increases in a metropolis with more than 25 million inhabitants where in order to shit you have to pay, while the huge corporations make tons of money and impose arbitrary prices on a physiological need.
We know sanitary services are a required need that nobody can live without, but what we don’t now is why there are no municipal regulations over the issue. It is an act of injustice to have big corporations charging for physiological and uncontrollable need, leaving aside all the health issues that are related to the problem.
The lack of hygiene in public restrooms can lead to infectious diseases that may provoke epidemics that jeopardize public health. It is imperative for the Mexican government to take action in the matter by obliging big companies to offer free sanitary services for their clients.
These companies are trying to make money out of the most basic human needs, and with the millions they earn they should be in charge of the public restrooms in the country. By doing this they could also create a new business selling their own products in the new public restrooms. (La Semana)