SALVADOREÑOS: en la mira de las deportaciones
Viajar sin documentos a Estados Unidos ya no resulta tan atractivo para el salvadoreño Moris Peña, deportado desde ese país en 2014 y que sueña con volver a migrar.
“La situación en Estados Unidos está cada vez más difícil para uno de inmigrante”, dijo este obrero de la construcción, de 39 años, oriundo de la occidental ciudad de Chalchuapa, desde donde emprendió el viaje en 2004.
Peña laboró por años en la noroccidental ciudad de Rockville, en el área de construcción y remodelación de interiores, pero ahora, sin ingresos fijos, lucha, con poco éxito, por abrirse camino en su país natal. Está dispuesto a realizar otra travesía, pero a cualquier otra nación que lo reciba bien.
Las deportaciones de salvadoreños desde Estados Unidos sumaron 6.559 durante el primer cuatrimestre del año, 13 por ciento más que el mismo periodo de 2016, según datos oficiales.
En cambio, los deportados desde México en el periodo enero-abril cayeron en 99,2 por ciento, para situarse en 4.374, en un hecho que autoridades locales adjudican al “efecto temor” de caer víctimas de la nueva política de Washington contra los migrantes centroamericanos, que lleva a muchos a desistir de emprender el viaje o aplazarlo.
Peña está entre quienes están muy conscientes de que realizar ahora un viaje para ingresar en forma irregular hacia Estados Unidos es mucho más complicado que cuando él lo hizo.
Eso sucede en parte porque con la justificación de perseguir el terrorismo, el tráfico de drogas y el crimen organizado, el gobierno que preside desde enero el mag- nate republicano Donald Trump está militarizando la frontera con México y frenando el flujo migratorio procedente de América Central con acciones similares de gobiernos del área, denuncian organizaciones civiles.
Mucho del discurso antiinmigrante latinoamericano de Trump se ha quedado vacío hasta ahora, como el muro que ha amenazado construir en la frontera con México.Pero, en cambio, sin hacer ruido sí está impulsando acciones militares para detener la movilidad desde la región, dijo el director del independiente Instituto Salvadoreño para las Migraciones, César Ríos.
“Podemos decir que sí hay un muro militar entre México y Guatemala, y entre esta nación y El Salvador”, para detener a migrantes centroamericanos, acotó.
Ríos sostuvo que ya se han reportado casos de salvadoreños que en su camino por algunas de las rutas que tienen como meta el acceso irregular a Estados Unidos, han sido detenidos y deportados desde Guatemala, algo que no se daba en el pasado.
Eso evidenciaría, añadió, que Guatemala también está apoyando al gobierno de Washington en ese esfuerzo por contener la migración.
Medios internacionales publicaron en febrero que funcionarios del Departamento de Defensa de Estados Unidos, tanto del Comando Sur como del Comando Norte, se reunieron con una delegación de México en la ciudad de Tapachula, en el estado sureño de Chiapas, fronteriza con Guatemala, para analizar iniciativas de seguridad.
El encuentro se enfocó en el compromiso de México de asegurar su frontera sur para contener tanto a la delincuencia organizada como a los inmigrantes centroamericanos que tratan de ingresar sin documentos a Estados Unidos. (PS)