Corazón de campeón
Diego Zaidle es un joven de 13 años cuyos ojos se iluminan cuando empieza hablar de lo que le apasiona, el Motocross. Diego compite en este deporte desde hace un año y a pesar de haber iniciado este camino recientemente ya se ha convertido en campeón estatal en su categoría, recolectando varias victorias a nivel nacional.
Diego confiesa que correr en la pista y a veces elevarse del suelo, puede dar miedo, pero como le dijo a la Semana : “vale la pena”.
Si bien tuvo un par de caídas mientras aprendía a andar en moto, ninguna fue demasiado grave como para dejarlo fuera de competencia : “Todavía no me rompí ningún hueso”, dijo con orgullo.
Diego se convirtió en campeón estatal durante el 2016, el primer año en el que compitió en motocross y en el que peleó contra 20 contrincantes por obtener el titulo.
Ese mismo año Diego salió primero en dos torneos y tercero en otro encuentro, y además triunfó en una competencia nacional. El joven asegura que le encanta ganar, pero más que eso, disfruta del desafío y de las amistades que hace en cada competencia.
Los padres de Diego se preocupan mucho por él, les cuesta aceptar que practique un deporte en el que los riesgos y las velocidades son altos, pero confían en sus dotes y entrenamiento y admiran cómo la competencia ha ayudado a su hijo a crecer como persona. “Le está yendo mejor en el colegio y tiene más seguridad en sí mismo”, observó su madre.
Diego confesó que el motocross lo ayudó en su rendimiento académico porque sabe que si termina a tiempo la tarea tiene automáticamente más tiempo para subirse a la moto y disfrutar de la adrenalina los fines de semana. Por eso le recomendó a quienes estén interesados en el deporte que dejen de lado preocupaciones y miedos y lo hagan.
“Parece peligroso, pero una vez que estás arriba te das cuenta de que no es tan difícil”. “Al principio chocás muchas veces, pero no tienes que tener miedo a lastimarte si quieres llegar a ser el mejor”.
La Semana felicita al campeón estatal de motocross Diego Zaidle, un talento natural con corazón de campeón. (La Semana)