No se puede hablar de la Navidad sin reparar en las fiestas, los regalos o la decoración navideña. A pesar de las situaciones conflictivas y de extrema pobreza que se extienden a lo largo y ancho del mundo, cuando llega la Navidad el optimismo y la espera
El espíritu navideño nos hace sentirnos más cercanos a los demás y recuperar ese espíritu infantil que dejamos a un lado el resto del año. Y qué mejor forma de hacerlo que reunir a toda la familia para celebrar el nacimiento del niño Jesús, la llegada de Papá Noel o el Día de Reyes.
La palabra Navidad procede del latín 'nativita', que significa nacimiento. La razón de esta fiesta se centra en el nacimiento del Niño Jesús, hijo de la Virgen María y San José; por este motivo abarca un mensaje de esperanza, unión, paz y amor. Los historiadores creen que la fecha real en la que nació el Niño Jesús fue en abril o mayo, sin embargo, tradicionalmente la Iglesia Católica lo celebra el 25 de diciembre y las ortodoxas el 7 de enero. Durante el tiempo de Adviento, que son los días previos al 25 de diciembre, los cristianos se preparan para ese momento renovando sus creencias y compromisos.
En estos días de fiesta, las casas, edificios, calles y plazas se visten con figuras navideñas brillantes y coloridas que hacen que muchos corazones se llenen de nuevas y renovadas ilusiones y esperanzas. estas fiestas navideñas suponen muchos momentos de magia y fantasía. Durante la Navidad se producen diversos hechos muy significativos.
Es tradicional reunir a toda la familia para cenar en Nochebuena, Nochevieja o el Día de Navidad o de Reyes; enviar y recibir tarjetas navideñas, 'Christmas', a nuestros conocidos para felicitarles las Pascuas; esperar con gran expectación la llegada de Papá Noel y los Reyes Magos; montar el Belén y el árbol de Navidad; decorar ventanas, puertas y paredes con campanas, velas, ángeles o cualquier figurita navideña.