La vergüenza de Oklahoma
Oklahoma’s shame
Con oposición a ambos lados del rio, una ley que podría haber aumentado los impuestos y ayudado a pagar el aumento de sueldo de los maestros y empleados estatales no consiguió los votos necesarios en la legislatura de Oklahoma el pasado lunes y los líderes republicanos están intentando bloquear cualquier intento de resolver los graves problemas económicos del estado.
18 republicanos se alinearon a los 17 demócratas para oponerse a la ley 1033, por distintas razones. Los republicanos votaron en contra porque tenía aumento de impuestos y los 2/3 de los demócratas decidieron decir que no porque creían que los aumentos no eran suficientes en áreas que consideran deben ser más castigadas por el fisco, y otras provisiones que atacan con desmesura a los pobres y a la clase media.
“Si bien los demócratas tenían miembros divididos en el voto, estábamos todos unificados en la creencia de que esta ley no era equitativa y dejaba de lado muchas de las necesidades del estado”, dijeron en un comunicado los líderes del partido tras la derrota de la HB 1033. “La ley buscaba enmendar algunos de los problemas del estado con impuestos que las familias iban a tener que pagar, afectando muy poco a los grandes de la industria del gas y el petróleo”.
La vocera de la cámara baja Charles McCall, R-Atoka, dijo que tras la derrota de la ley no habrá una segunda oportunidad de que los legisladores voten algo similar.
Si esto es así significa que tendremos otro año sin aumentos en las escuelas públicas de Oklahoma y nuestros maestros que son los peor pagos del país, no mejorarán su situación, al igual que los empleados públicos del estado. Todos enfrentarán más cortes.
Algunos observadores destacan que la ley HB1033 es- taba condenada al fracaso porque contenía provisiones que tanto los demócratas como los republicanos repudiaban.
Los demócratas dicen que están listos para votar “un plan que comprenda todas las necesidades financieras del estado y asegure justicia impositiva para clases sociales e industrias”, pero si votan a favor de impuestos a los combustibles y al tabaco que consideren “afecten desproporcionadamente los más pobres y las clases medias de Oklahoma”, entonces los republicanos deberán aceptar aumentos impositivos del %5.25 a los más ricos, una baja del impuesto a las ganancias para los de bajos recursos y un aumento de las deducciones para la clase media. Los demócratas quieren un 5% de aumento para la industria del gas y del petróleo, un nuevo enfoque para la industria de energías renovables y aumentos para maestros y empelados estatales.
A pesar de la declaración de McCall de que el GOP no discutirá más el asunto, los demócratas quieren volver a empezar, considerando que este es el inicio de la sesión legislativa 2018. “Sabemos que la posibilidad de negociar un plan mejor aún se puede”, lee la declaración de los demócratas. “Esperamos trabajar con nuestros colegas republicanos para forjar un plan que sea bueno para toda Oklahoma, no para unos pocos”.
Lo que sí queda claro es que ambos partidos deberán trabajar duro para encontrar una forma para comprometerse, y rápido, si es que quieren sacar al estado del agujero financiero en el que esta metido. (La Semana)
ENGLISH
18 Republicans joined 17 Democrats in opposing House Bill 1033, but for very different reasons. Republicans voted against the bill because it included tax increases, while two thirds of House Democrats cast ‘no’ votes because they believe the increases don’t go far enough in the areas they feel should be more heavily taxed, and other provisions unfairly target the poor and middle class.
“While the House Democratic Caucus had members on both sides of the vote today, we are unified in our belief that the bill presented today was far from equitable and left unaddressed many of our state's needs,” Democratic party leaders said in a statement issued following the defeat of HB 1033. “This bill sought to mend some of our state’s problems with taxes that asked working families to pay more while asking very little of those at the top and the oil & gas industry.”
House Speaker Charles McCall, R-Atoka, said after the bill’s defeat that there would be “no second chance” for lawmakers to vote on a funding bill, a comment echoed by other senior GOP House members.
If true, this means another year of no pay raises for Oklahoma’s public school teachers – who are already among the worst paid in the country, as well as no salary increases for the dwindling number of state employees lucky enough to keep their jobs as state agencies are forced to cut more and more from their operating budgets.
Some state capital observers feel that HB1033 was doomed to failure as it contained provisions that some members of both parties would never be able to support.
Democrats say they are prepared to vote for “a plan that addresses the state’s long-term financial needs and ensures tax fairness among all classes and industries,” but if they are to vote in favor of fuel and cigarette taxes that they believe “disproportionately affect low and middle income Oklahomans,” then Republicans will need to accept a top income tax rate of 5.25% on high earners, reinstatement of the earned income tax credit for low income Okla- homans, and an increase in the standard deduction for middle class Oklahomans. Democrats also want a 5% gross production tax for the oil & gas industry, a more equitable approach to taxing renewable energy production, and guaranteed salary increases for teachers and other state employees.
Despite McCall’s statement that the GOP will allow no new votes on this issue, Democrats vow to proceed, noting that the 2018 legislative session has just begun.
“We…know that the will to negotiate a better plan still exists on both sides of the aisle,” the Democratic statement said. “We look forward to working with our Republican colleagues to put forth a plan that is good for all Oklahomans, not just a select few.”
What is certain is that both sides will need to find a way to compromise – and quickly – if Oklahoma is ever to crawl out of an increasingly deep financial hole. (La Semana)