Nueva cárcel municipal en Tulsa
La nueva cárcel municipal abrió la semana pasada, y a partir de ahora quienes sean arrestados por ofensas menores no necesitarán pasar tiempo en el centro correccional David L.Moss, ahora estarán alojados en las cortes municipales. En la ceremonia inaugural el alcalde de Tulsa G.T. Bynum dijo que entre las razones por las cuales se decidió que los presos se alojaran en la nueva prisión se destaca la ganancia de tiempo en el procesamiento de los arrestados.
“El hecho de que el departamento de policía tenga que contratar a 200 oficiales por debajo de lo que debería tener es una preocupación seria para mi y el consejo de la ciudad”, dijo Bynum. “Entonces nos dimos cuenta de que la mejor decisión era re administrar la manera en la que usamos el tiempo de los oficiales”.
“La realidad es que tener a un oficial pasando 90 minutos en la cárcel del condado esperando que fichen a un detenido no es una manera eficiente de administrar el tiempo. Por eso buscamos la opción de tener un edificio en el que se reduce la cantidad de tiempo que nuestros policías pasan procesando al ingresante para que puedan volver rápidamente a las calles a perseguir criminales”.
Bynum explicó que la mayoría de los detenidos en la cárcel municipal serán los acusados de hurto, intoxicación pública, conducir sin licencia, sin seguro, y otras ofensas menores.
El alcalde aseguró que se ahorrará dinero y tiempo no sólo con los oficiales, sino también reduciendo la necesidad de transporte de los presos a otras instalaciones. “Históricamente cuando llegaban los presos a las cárceles tomaba dos días transferirlos a la corte municipal, entonces personas que pasaban semáforos en rojo podían pasar dos días presos antes de tener una audiencia”, explico Bynum. “Hay un costo que debían pagar los consumidores sólo por la existencia de ineficiencia en la adminis- tración. Ahora podremos llevar a quienes necesiten una audiencia en el elevador. Es un tema de horas no de días”.
El Jefe de policía Chuck Jordan estuvo de acuerdo con los beneficios del nuevo sistema. “Si uno mira al resto del país, casi todas las ciudades tienen su propia cárcel y hay buenas razones para que eso suceda”, dijo Jordan. “Ahora podremos arrestar a nuestros prisioneros de la misma manera que cualquier otra agencia de seguridad de Tulsa, llevaremos allí a nuestros presos municipales y a los criminales del condado”.
Jordan agregó que además de maximizar el tiempo de sus oficiales el método ayudará a que los detenidos por ofensas menores sean liberados más rápidamente. “Eso es muy importante para nuestra comunidad”.
Como la ciudad de Tulsa no tiene acuerdo 287 (g) con el ICE como tiene la oficina del sheriff los indocumentados que sean detenidos no tendrán ningún riesgo de ser deportados, como sucedía en el pasado. Sin embargo el alcalde le explicó La Semana que la ley de Oklahoma exige que todos los presos dejen sus huellas dactilares en el sistema y estas son analizadas por el
Oklahoma State Bureau of Investigation (OSBI), si el OSBI u otra agencia dice que la persona debe ser retenida entonces la ciudad debe Comparecer.
El alcalde aseguró que en la ciudad nadie corre peligro de reportar un crimen, y que ante cualquier duda o problema hay que llamar a la policía de Tulsa. “No estamos derribando puertas y chequeando la ciudadanía de cada uno. Queremos que la gente sepa que puede llamar a la policía de Tulsa y que los vamos a ayudar”, dijo Bynum. El Jefe Jordan compartió los comentarios del alcalde y agregó: “Espero que la comunidad entienda que no estamos haciendo requisas inmigratorias”. “Estamos intentando contratar más oficiales bilingües”.
La nueva cárcel tiene capacidad para alojar a 27 hombres y 5 mujeres. (La Semana)