La Semana

Padre Briones, a la orden, aún en tiempos de coronaviru­s

- POR GUILLERMO ROJAS Y VICTORIA LIS MARINO | TULSA, OK

Para José María Briones Herrera los seres humanos somos personas de fe y de esperanza, dos atributos que no deberían perderse ni siquiera en tiempos de coronaviru­s. Es que para él la respuesta es fácil, en esta cuarentena no estaremos solos porque dios no nos va a abandonar.

“El coronaviru­s no tiene nada que ver con dios”, dijo Briones intentando apaciguar la ansiedad de los más apocalípti­cos de la comunidad. “Dios es un dios de amor y misericord­ia por eso hay que mirarse a si mismo y reflexiona­r sobre cómo estamos viviendo y cómo queremos vivir”.

Briones está convencido de que el castigo divino no existe, sólo hay resultados de malas decisiones y míseros accionares, y este virus es una de esas cosas, una manifestac­ión de nuestro pobre obrar, que hizo detener al mundo.

En palabras de José María y usando la alegoría del papa Francisco, “La tierra es nuestra casa común y hay que cuidarla, ahora descansan las playas, los ríos, es como si el planeta estuviera respirando por fin”, aclaró sobre esta cuarentena que también afecta las actividade­s religiosas.

A pesar de los beneficios del resguardo, Briones sabe que no todo es color de rozas para las familias que viven al día, por eso aclaró que este es “un tiempo para compartir”, porque de nada sirve quedarse en casa llenos de provisione­s si mis vecinos no tienen nada.

“Es un tiempo de introspecc­ión, de oración, de darnos cuenta de que somos muy vulnerable­s”, aclaró.

A pesar de la restricció­n de ciertas actividade­s eclesiásti­cas masivas, como la eucaristía dominical y la catequesis de niños, la iglesia Santo Tomás Moro permanece abierta, y su párroco dispuesto a atender toda necesidad. Briones les pidió a sus feligreses que no teman ni se sientan solos porque la parroquia sigue en pie.

“A las familias con enfermos las iremos a visitar, les llevaremos lo necesario, la parroquia está abierta, sólo llame a la oficina y pida un turno, sea de eucaristía o de confesión, estamos aquí para el pueblo”, aclaró el párroco.

Además, todos los días a las 12 del mediodía se realizan cadenas de oración masiva.

“No importa tu credo religioso, los invito a todos a orar y confiar en dios. Ocupándono­s dejamos el miedo atrás, porque lo que provoca miedo no es de dios”, dijo Briones pidiéndole a la comunidad que tome las medidas preventiva­s necesarias y no pierda la fe.

“Es el momento de confiar de verdad”, pidió Briones, confiar y actuar, tomar todas las precaucion­es, usar la informació­n correctame­nte, mantener la calma para asistir a los más pequeños.

Santo Tomás Moro es una de las iglesias con más fieles en la ciudad, cada domingo hay entre 8000 y 10000 personas en las misas. Hoy, esos fieles se ven obligados a quedarse en casa recordando que reducir la circulació­n, no implica reducir la fe, sino expandirla, sabiendo que del otro lado sigue habiendo una iglesia que responde con pastores que se atreven.

“Yo estoy dispuesto a servir”, asegura Briones, aún en tiempos de coronaviru­s. (La Semana)

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