PURIFICADORES DE AIRE
Similar a una máscara FFP3 en efectividad pero ciertamente no en apariencia, tenemos las mascarillas purificadoras de aire (PAPR, por sus siglas en inglés) con casco o máscara de buceo.
"Ahí tienes una solución más completa. Hay un protector facial para el casco y un tubo que se conecta a una unidad en el cinturón", describe Brian Hovey, director de marketing del fabricante Honeywell.
"Eso tiene un motor que bombea aire a través de un filtro. Eso es parte de un traje blanco, por lo que es una solución protectora más integral".
Ingenieros de la Universidad de Southampton, Reino Unido, desarrollaron un PAPR que suministraron al hospital universitario de esa ciudad y ya cuentan con 1.000 dispositivos están proceso de prueba.
Sin embargo, dos empresas los están fabricando y unas 5.000 unidades fueron ordenadas para el personal en otros entornos.
El proceso de prueba incluye tanto una
evaluación de olor para ver si el usuario podía detectar aromas externos, como también una prueba física de si las partículas diminutas se filtraban.
"Pusimos una placa de Petri (un recipiente redondo, de cristal) dentro del casco y otra fuera, y expulsamos 1.000 litros de aire a través del filtro", explica Alex Dickinson, profesor asociado en el grupo de investigación en ciencias de bioingeniería de la universidad.
"Los incubamos durante 24 horas a 37 °C y luego contamos cuántas de estas unidades formadoras de colonias se habían transmitido a través del filtro y el casco. En nuestro primer experimento, no vimos unidades de crecimiento bacteriano dentro, pero se formaron diez en el placa de control fuera".
El British Standards Institute (BSI), que se encarga de las certificaciones, está evaluando el dispositivo y comparándolo con los estándares europeos, después de lo cual, el equipo espera que pueda usarse más ampliamente en Southampton y en otros lugares.
"Tu visión y comunicación es mejor, ya que el paciente puede ver toda tu cara y la eficiencia es superior ya que puedes pasar de un paciente a otro sin ponerte y quitarte el EPP", dice el consultor y profesor medicina respiratoria del hospital Paul Elkington.
"Una vez que comenzamos a implementarlo, uno de los asistentes de atención médica me dijo: 'Me sentí mal de los nervios al ingresar, pero ahora me siento seguro'".