ALIMENTOS SABROSOS
El fuerte deseo de una galleta mantecosa, una barra de chocolate o una bolsa de papas fritas, puede comenzar como un simple pensamiento y luego convertirse poco a poco en una obsesión a la que es difícil no hacer caso.
Al mismo tiempo, en Estados Unidos y otros lugares, la idea de alimentos muy sabrosos, acarrean un fuerte sentimiento de culpa.
En inglés se utilizan la palabra "palatable", un término que los investigadores usan para referirse a todo, desde helados hasta pasteles y macarrones con queso derretido.
"Hay una cierta ambivalencia", dice Hormes, "es placentero, pero culturalmente algo me dice que no debería comerme este chocolate. Realmente lo quiero, pero no debería. Creemos que este es el marco que alimenta la creación de un antojo".
Días "permitidos"
"Esta cultura también parece identificar ciertos momentos y excusas donde no se
ve tan mal que las mujeres coman cosas de las que se supone que deben mantenerse alejadas", dice Hormes.
"El síndrome premenstrual y el embarazo son ocasiones reconocidas socialmente como los momentos en los que las mujeres
pueden abandonarse a la tentación".
Interrumpir las reflexiones que conducen a un antojo urgente puede ayudar a detener la idea de un atracón de comida, dice Hormes. Trucos para evitarlos
Una forma es utilizar las distracciones. Se han realizado estudios que utilizan distracciones visuales y también olores, y otra es recurrir a la atención plena y la meditación para reconocer el deseo y dejarlo pasar.
También recomienda que, si anhelas por ejemplo chocolate, busques alguno realmente de calidad.
Toma un par de cuadrados todos los días y sigue con tu vida es un método que puede ayudar a eliminar parte de su importancia totémica.
Un estudio entre mujeres rurales de Tanzania que tenían como antojo carne, pescado, granos, frutas y verduras señaló que proporcionar la comida deseada era un signo de apoyo social por parte del esposo y su familia.