DESCUBREN LOS RESTOS DEL BARCO HUNDIDIO QUE TRAFICABA ESCLAVOS MAYAS EN YUCATÁN
Aunque la caída del Imperio Mexica es la referencia más popular de los devastadores efectos de la Conquista para los pueblos prehispánicos de México, la llegada de los españoles a la península de Yucatán trajo consigo un largo proceso de explotación, subyugación e invisibilización de los mayas, su cultura, organización social y territorio, cuyos ecos subsisten hasta hoy.
Y aunque algunos episodios como las haciendas henequeneras del Porfiriato que funcionaban con el trabajo forzado de esclavos mayas, la guerra de baja intensidad que mantuvo Díaz contra los mayas y la ‘ Guerra de Castas’ están bien documentados, existen un sinfín de historias que aún no salen a la luz.
Tal es el caso del tráfico de esclavos mayas desde Yucatán hacia Cuba, una historia de explotación que comienza a tomar forma después de que el INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia) revelara el hallazgo de un barco español que transportaba esclavos con destino a la isla.
La Subdirección de Arqueología Subacuática del INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia) presentó el hallazgo de un naufragio ocurrido hace 159 años en Sisal, a 3.7 kilómetros de tierra firme, un barco de vapor que cubría la ruta regularmente transportando personas y mercancías, además de esclavos mayas en condiciones infrahumanas.
La primera evidencia de este barco fue descubierta en 2017 y desde entonces, el Centro INAH Yucatán trabajó en la identificación del naufragio con ayuda de los pescadores del puerto de Sisal. En aquél entonces, pudieron comprobar que se trataba de un barco de propulsión a vapor con ruedas de paleta laterales, construido entre 1837 y 1860.
Tres años después de una exhaustiva búsqueda en los archivos de México, Cuba y España de la época, el INAH pudo confirmar su identidad: se trata de los restos de “La Unión”, un barco que “perteneció a la empresa española Zangroniz Hermanos y Compañía, establecida en 1854 en La Habana, la cual, un año después, fue autorizada para comerciar en México, realizando travesías entre Sisal, Campeche, Veracruz y Tampico”.
En el papel, “La Unión” transportaba pasajeros de Yucatán a Cuba en primera, segunda y tercera clase, además de llevar consigo distintos tipos de mercancía como henequén, pieles de venado o cueros curtidos.
Sin embargo, los españoles a cargo del navío también lo utilizaban para traficar esclavos mayas capturados en la península, que posteriormente vendían para realizar trabajos forzados en la isla, específicamente en plantaciones de caña de azúcar.
“La Unión” se hundió el 19 de septiembre de 1861 después de que un incendio provocado por la explosión de las calderas consumiera parte de su estructura, enviando el casco 7 metros al fondo del mar. Los registros afirman que el accidente le costó la vida a 80 tripulantes y 60 pasajeros, sin contar a los esclavos mayas que transportaba.
El modus operandi de los traficantes de esclavos mayas formaba parte de toda una cadena de explotación que iniciaba con personas conocidas como enganchadores, “cuyo trabajo era ir a pueblos como Yxil, Kanxoc y Valladolid, para ofrecer a los indígenas —muchos de los cuales habían perdido sus tierras debido a la guerra— papeles falsos para hacerles creer que irían a Cuba como colonos, donde tendrían tierras y generar ingresos”.
“CADA ESCLAVO ERA VENDIDO HASTA POR 25 PESOS A LOS INTERMEDIARIOS, Y ESTOS PODÍAN REVENDERLOS EN LA HABANA HASTA POR 160 PESOS, LOS HOMBRES, Y 120 PESOS, LAS MUJERES”, EXPLICA EL INAH.
Aunque en los últimos años se han encontrado naufragios de barcos esclavistas provenientes de África con destino a América, la identificación de “La Unión” confirma por primera vez que un vapor también cubría una ruta de tráfico de esclavos mayas en territorio nacional hacia Cuba.
LOS ESCLAVOS MAYAS QUE TRAFICABAN EN BARCOS ESPAÑOLES A CUBA ERAN VENDIDOS POR 160 PESOS CUANDO SE TRATABA DE HOMBRES Y 125 LAS MUJERES.