La Semana

6 mitos sobre el consumo de sal 6 things you thought you knew about salt that just aren’t true

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Al pasar las fiestas, muchos comienzan a mirar su dieta con más atención para mantener el peso a raya, dado que asumen que, con toda seguridad, aumentaron un par de kilos, por los excesos de fin de año.

La atención suele estar enfocada en el consumo de hidratos de carbono, azúcares y grasas, y poca veces en la sal, un mineral que no engorda pero que puede provocar daños en nuestra salud cuando consumimos más de lo que deberíamos.

De acuerdo con la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS), la ingesta de sal en adultos no debe superar los cinco gramos por día (el equivalent­e a aproximada­mente dos gramos de sodio), para reducir la presión arterial y el riesgo de padecer enfermedad­es cardiovasc­ulares.

Mitos más difundidos sobre el producto más usado en la gastronomí­a mundial.

1. En un día caluroso, si transpiras mucho, necesitas agregarle más sal a tu comida

Si bien es cierto que al sudar eliminamos cloruro de sodio, la cantidad es muy poca como para que necesitemo­s ingerir cantidades adicionale­s de sal.

Si el calor te ha hecho sudar más de lo habitual, es importante beber mucha agua.

Una dieta rica en minerales y otros nutrientes será suficiente para recuperar las sales que has perdido.

En el caso de haber sudado en exceso por haber hecho ejercicio, la situación es un poco diferente, pero todo depende en realidad de cuánto ejercicio hayas hecho.

De acuerdo a la Escuela Médica de la Universida­d de Harvard, en Estados Unidos, si eres un trabajador manual que cumple un turno de 8 o 12 horas, puede que pierdas por la transpirac­ión bastante sodio al día y puedas consumir una cantidad superior a la recomendad­a.

2. La comida sin sal no sabe a nada

Esto solo es cierto en un principio, si estás acostumbra­do a comer con bastante sal. Se debe a que las papilas gustativas tardan un tiempo en acostumbra­rse.

3. Los alimentos con alto contenido de sal tienen un sabor bastante salado

En absoluto. Muchos alimentos ricos en sal pueden no parecerte salados porque pueden tener otros ingredient­es como azúcares, que disimulan la sal. Leer el contenido de sodio de las etiquetas.

4. Solo las personas mayores deben preocupars­e por el consumo de sal

No es así. Según explica la OMS, comer mucha sal puede elevar la presión sanguínea a cualquier edad.

5. Reducir la sal puede ser malo para la salud

El sodio, el elemento clave que se encuentra en la sal, es fundamenta­l para que nuestro organismo funcione de manera correcta.

6. Consumir menos de 5 gramos como sugiere la OMS (o 6 gramos como recomienda­n algunos gobiernos) es imposible

Quienes le ponen sal a todo, se llevan las manos a la cabeza cuando escuchan que la cantidad diaria recomendad­a equivale a un poco menos que una cucharita de té.

Salt – it’s a natural resource found everywhere from the ocean to our tears, it’s tasty and it can be really cheap to buy. But like many things, too much salt isn’t great, especially for our health.

But some messages about salt need to be taken with a grain of, well, salt. We’ve busted some salt myths to make it easier for you to stay healthy. Myth 1: All salt is out to kill you and you shouldn’t eat any of it

Eating too much salt can contribute to high blood pressure, which is linked to conditions like heart failure and heart attack, kidney problems, fluid retention, stroke and osteoporos­is. You might think this should mean you need to cut out salt completely, but salt is actually an important nutrient for the human body.

Your body uses salt to balance fluids in the blood and maintain healthy blood pressure, and it is also essential for nerve and muscle function. It’s impossible to live a life without any salt (you’ll die!). So, while a little salt in your diet is necessary, it’s important to keep the amount in check.

Myth 2: Pink/black/rock/sea/himalayan salt is better for you than other types of salt

You might have seen some varieties of salt advertised as having extra health benefits that regular table salt doesn’t, like containing minerals that are good for your body. Himalayan salt, sea salt, rock salt, black salt, pink salt, unicorn salt – in the end, it’s all still salt. Myth 3: Some people naturally crave more salt than others

Good news for those who think they’re naturally a salt eater – the taste for salty foods is learned, rather than built in.

Myth 4: You can tell that a food is salty by tasting it

Some foods with a high salt content won’t taste very salty at all. Many packaged foods that contain a lot of salt have other ingredient­s that balance out the salty flavour, so that the salt is effectivel­y hidden in the food.

Myth 5: You should eat or drink more salt after working out

Salt comes out of your body in two ways – through urine and through perspirati­on – but that doesn’t mean you need to add extra salt to your diet every time you break a sweat.

Myth 6: If you had high blood pressure caused by too much salt, you’d be able to tell

Most people with high blood pressure don’t display any symptoms, so it’s important to get your blood pressure checked regularly. If you do have high blood pressure, reducing salt, along with getting regular physical activity, moderating alcohol intake, quitting smoking and reducing stress, might help manage it, reducing the risk of damage to your body.

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